Jungla de saltamontes
(Grasshopper Jungle)
de Andrew Smith
A la venta el 3 de noviembre
En la pequeña ciudad de Ealing, Austin y su mejor amigo, Robby, acaban de desatar un ejército imparable. Un ejército de mantis religiosas de dos metros de altura, que sólo quieren a los humanos para dos cosas: una de ellas es comérselos, la otra es mucho peor.
Esta es la verdad. Esta es la historia. El mundo se acaba. Y nadie se ha dado cuenta todavía.
Divertida, intensa y valiente, Jungla de saltamontes es un terremoto narrativo que mezcla géneros de forma sensacional..
Nunca sé por dónde empezar cuando tengo que reseñar un libro que yo mismo he traducido. Pasar tanto tiempo con una historia es una experiencia muy distinta a la de simplemente leerlo, por lo que nunca sé por dónde comenzar a hablaros de él. Y, si encima se trata de una historia tan maravillosa, es más difícil todavía.
Si tuviera que describir esta novela, diría que es algo muy parecido a lo que habría salido si Stephen King y John Green hubieran decidido escribir una novela juntos después de unas cuantas cervezas de más. Y no, esto no es algo malo ni por asomo. Al contrario: es una verdadera genialidad. Andrew Smith ha logrado mezclar géneros de una forma brutal, y el resultado es una novela que rompe absolutamente todos los cánones habituales de la literatura juvenil.
Algo que veo muy importante destacar es el lenguaje. Aunque me gusta la literatura juvenil, siempre me ha parecido que muchos autores (y editoriales) pecan de emplear un lenguaje muy poco realista que no se ajusta al que realmente tendrían que tener sus personajes. Esto aquí no pasa: la forma de hablar de los personajes es completamente natural, como si se tratara de adolescentes de verdad.
Esto, por supuesto, significa que se trata de un lenguaje bastante explícito que desafía los límites de la literatura juvenil, con numerosas palabras malsonantes y más que frecuentes alusiones al sexo que, lejos de parecer fuera de lugar o desagradables, enriquecen aún más la historia y sus protagonistas.
Y es que los personajes realmente parecen adolescentes reales. Austin está tan bien construido y tiene una voz tan particular y característica que, al leerlo divagar sobre la historia, cuesta mucho creer que no esté hablando de la historia real. Y no es solo la construcción de los personajes lo que los hace maravillosos, sino las relaciones entre ellas. Para que os hagáis una idea, Austin está enamorado de su novia, pero al mismo tiempo no sabe lo que siente por Robby, su mejor amigo gay, que está enamorado de él.
Tenemos por lo tanto un triángulo amoroso bastante particular, sobre todo para tratarse de una novela juvenil, y es este triángulo tan real y bien llevado lo que hace que esta novela sea especial, aún olvidándonos de la invasión de mantis religiosas de dos metros de altura. Si esta novela no hubiera tenido absolutamente ningún elemento de ciencia ficción, me habría encantado igualmente... pero no hay que olvidar a las mantis.
Y es que la trama de la historia no se centra solo en el triángulo, sino en una invasión apocalíptica de unas mantis religiosas de dos metros de altura que solo quieren hacer dos cosas: comer y follar. Literalmente: no me estoy inventando absolutamente nada. ¿Suena raro? Lo sé. Pero en eso consiste realmente la genialidad de este libro. Sin embargo, si queréis saber más tendréis que leerlo.
Jungla de saltamontes no solo es novela más extraña que he leído en la vida, sino también una de las más especiales, con mucha diferencia. Si os apetece oírme hablar un poco más acerca del libro y de mi traducción, podéis ver el siguiente vídeo:
Lo mejor: Los personajes; todos y cada uno de sus aspectos
Lo peor: ¡Que no haya una segunda parte!
Te gustará si... tienes la mente abierta y quieres probar algo diferente.