Últimamente me he propuesto dar voz a los grupos que hay en Guardo y que con su música nos alegran la vida.
Las zonas rurales no pasan por su mejor momento, pero las gentes que viven en ellas se niegan a morir en vida. Una manera de seguir viviendo es amando la cultura. El teatro, la música, la literatura, la danza, la escultura, la pintura, el cine...
De esa manera es más fácil seguir luchando por los derechos y el deseo de seguir viviendo en el pueblo.
Este pueblo al que amo, tiene una Escuela de Música, Danza, Teatro de primer nivel.
Muchas veces me habéis comentado la riqueza cultural que encierra Guardo a través de sus gentes inquietas y con mucho potencial para el arte. A lo largo del año las actividades culturales van pasando sin cesar por mi mirada a través de internet, ya que en el invierno no puedo seguirlas in situ.
No así, durante el verano, donde acudo ilusionada a mi cita y procuro participar en todo lo que puedo.
Este concierto que os traigo, fue en el verano pasado, con motivo de un homenaje a una persona muy querida por todos y que se fue demasiado pronto.
Cada año se le recuerda con enorme cariño.
Como estaban a ras del suelo, les pude grabar a mi antojo, pues cuando están encima de un escenario es difícil hacerlo con el móvil. Hace tiempo, me implicaba más en hacer los vídeos con la cámara fotográfica con un buen zoom que me permitía captar pequeños detalles de lo que allí ocurría, pero ya no me tomo tan en serio los reportajes, entre otras cosas porque acabé saturada. La vida del reportero es dura y, yo como tan solo estaba jugando a serlo, era una jubilada curiosa y atrevida y que no lo necesitaba para subsistir, opté por abandonar.
El grupo lo componen: Chris, Edu, Dani, Isma, Pipe y Chano.
Tengo que pediros disculpas por la mala calidad de las fotos, pues están hechas con el móvil, aquí te pillo, aquí te mato, con la sola intención de subirlas a las redes sociales en el momento. Mi intención entonces, no era hacerles un reportaje en mi blog.
Bien es verdad, que les podía haber pedido a ellos alguna, pero mi amigo Pipe, que ha sido con el que he contactado para que me contara la historia del grupo, es un currante nato en su vida profesional y no he querido robarle más minutos de su tiempo.
Como me la contado, Pipe, así os la cuento.
Su historia es esta.
Chano, en la foto, llevaba tiempo pensando en formar un nuevo grupo para tocar temas de rock clásico en inglés.
Pipe, hacía poco que había empezado con la guitarra en la Escuela de Música, pero le apetecía ¡Tocar más!
Edu, había formado parte del grupo "Dispersos" también de la localidad y del que ya os hablé en su día.
Dani, a la derecha de la foto, el batería del grupo, también había formado parte de los "Dispersos"
A ambos, no les importaba juntarse alguna vez para tocar unos temas.
Un día, Chano tuvo que ir a casa de Chris, a la izquierda de la foto a cambiar una cerradura y, a raíz de una llamada de móvil con un sonido rockero de guitarra, le tiró la caña...
Pero no fue hasta varias cañas después, otro día, en que él aceptó la invitación a cantar y a tocar el teclado.
El último en llegar, fue Isma que también tocaba un poco la guitarra y se sumó al proyecto.
El resto fue rodado...
Después del estreno en Barrios de la Vega en 2018, vinieron varios conciertos en los alrededores de la zona.
El repertorio se hizo amplio y variado, teniendo que cantar algunos temas tanto, Edu como Isma o la armónica entre Pipe y Chris.
¿Dónde acabará esto?
Ni ellos mismos los saben. Lo que tienen claro es que les gusta pasárselo en grande en los conciertos, viendo disfrutar al público.
Hasta aquí, la historia que me ha enviado Pipe por WhatsApp.
Respecto a lo de pasárselo bien, viendo disfrutar a público, doy fe de ello.
Y vosotros también a través de los vídeos que os muestro.
Personalmente, disfruté cual adolescente locuela. Tanto el grupo, como la gente estaba entregada.
Estábamos en casa y eso se percibía.
Fue un día entrañable, donde al llegar la noche tuve que ir a casa a por una sudadera, porque las noches de Guardo son fresquitas...jejeje.
Se sirvieron bebidas, jamón y cosas ricas de la zona de la Montaña Palentina.
La alegría se podía adivinar en los asistentes.
Ambiente festivo y desenfadado.
El final del concierto fue apoteósico.
Aquí os dejo el vídeo completo.
Como colofón, una foto de despedida.
No se me ocurrió haberles prestado mi palo del selfie para su fotografía.
Yo estaba a lo mío...
Espero os haya gustado mi reportaje, hecho con enorme cariño para ellos y para vosotros.
El día 24 no faltaron a la cita de mi cumpleaños y me dedicaron una canción.
¡Gracias, chicos!
Me gusta dar a conocer a las personas que ponen ilusión y trabajo, en dar vida a los pueblos.
Los pueblos son de capital importancia en la vida de los países. No les dejemos morir.