Kon-Tiki es el nombre de una balsa, de un dios inca, de dos películas, de un libro y de un museo. En 1947 el noruego Heyerdahl emprendió un viaje por el océano Pacífico (desde Sudamérica hasta la Polinesia) a bordo de una balsa de madera, para intentar demostrar que los antiguos pobladores precolombinos podrían haber hecho este mismo recorrido con las posibilidades técnicas con las que contaban entonces. Así que dejándose llevar por las corrientes y los vientos, seis hombres se embarcaron en esta expedición que recorrió durante 101 días 8.000 kilómetros, hasta llegar a las islas Tuamotu (la Polinesia francesa).
Kon-Tiki, la balsa con la que atravesaron el Pacífico
El explorador Heyerdahl escribió un libro sobre la aventura, en 1951 el documental Kon-Tiki ganó dos Oscar, y este año una nueva película, con unas recreaciones mediante ordenador alucinantes (podéis ver un clip), vuelve a Hollywood representando a Noruega. El film se ha convertido de momento en la segunda película más taquillera de la historia del país.
En la península de Bygdoy (la de los museos) en Oslo, se encuentra el Museo Kon-Tiki, dedicado a las expediciones de este explorador, y en él se puede ver la balsa original utilizada para esta proeza.
Ra II, otra de las embarcaciones del explorador noruego
Más información (en inglés o noruego) en la web del museo y en español en un pdf de la misma página.
El museo cuesta este año 70 NOK (9,50€) y subirá a 80 NOK (casi 11€) en 2013. Con la tarjeta VisitOslo (que a mí me parece que merece bastante la pena) es gratuito.
A la península de Bygdoy se puede llegar desde abril hasta mediados de octubre en barco (número 91, frente al ayuntamiento) y todo el año en autobús (número 30). Es un lugar precioso para recorrerlo, acercarse hasta la costa y visitar varios museos muy interesantes que nos acercan a la cultura noruega. Otro día os hablaré de Främ, otro de los museos de Bygdoy donde duerme un barco mucho más grande que el Kon-Tiki.