Heidi, es una conejita gigante, a la que su ama, Amanda Willians, quiere un montón y está dispuesta a todo por ella, y más cuando a la mascota, dejó de tener movilidad en las patas traseras, entonces al llevarla al veterinario, descubrió que tenía artritis.
El problema se presentó, cuando Amanda, descubrió que la solución pasaba por que hiciera hidroterapia, en una piscina especial, pero Heidi odia el agua, porque se le mete en los oídos y no había forma de meterla para que hicieran sus ejercicios y poder recuperarse, así que le calentaron el agua y le pusieron un bonito chaleco flotador naranja y le sujetaron las orejitas con una gomita, y así se sintió como pez en el agua, para conseguir que sus patitas, recuperaran la movilidad, que por otro lado son consecuencia de su edad, ya tiene 4 años y la media de edad, para los conejos gigantes es de 6 años.
La bromita, le sale cara a Amanda, ya que paga 30€, por sesión y lo lleva dos veces por semana, pero eso debe de ser una menudencia, ya que Heidi vive con dos compañeros, Herman y Greta en un garaje habilitado para ellos, que tiene alfombras, aire acondiciona e incluso un sofá, además de comidas especiales, les compra también sabanitas para sus cestos de dormir, total entre unas cosas y otras se gasta unos 300€ al mes, en los animalitos.
Te pones a pensar en lo que se gasta esta señora en sus mascotas, y gasta más que lo que cobra una persona, en España, que reciba la ayuda familiar o miles de pensionistas, que ni siquiera llegan a ello, me parece muy bien que se ame a los animales, pero hay gente que se pasa.