Fotógrafo: Jacques Henri Lartigue
Fueron curiosos los primeros años de siglo. En lo artístico un mundo de experimentación sin límites, rupturismo y anti academicismo, que terminó por fomentar un nuevo esquema académico.
Un mundo en el que el automóvil era una aventura, tan solo en el cielo existían fronteras inexploradas que conquistar y la máquina comenzaba a ser la nueva divinidad... con permiso de sustancias bohemias parisinas. Este es el mundo que retrató el fotógrafo francés.