Con este controvertido título, a la vez que sarcástico, Eduardo Mendoza nos mete de lleno en la historia del innombrable personaje que ya dio vida en El misterio de la cripta embrujada (1978) y retomó con El laberinto de las aceitunas (1982). En esta ocasión, y una vez más, el enigmático protagonista se verá involucrado en una trama de asesinato y embrollos entre familiares y socios de empresa. Una parodia a lo género policiaco llevada hasta el absurdo.
La espontaneidad y la vivacidad del relato van entretejiendo todo un complot del que tendrá que salir airoso y resolver nuestro héroe. Sin embargo, la vitalidad de la historia se ve trastocada con un final, a juicio personal, poco convincente y acelerado, en el que el desenlace transcurre con una rapidez de página doble. Igual de sencillo que su lectura. Quizás es la misma sensación que me dejó la lectura de los otros dos títulos que componen la saga, aunque sin llegar a superar lo fantástico de ciencia-ficción de La ciudad de los prodigios (1986). Sin duda, La verdad sobre el caso Savolta (1975) es la obra más redonda y mejor escrita del autor catalán.
Juanjo Sánchez
Filed under: Literatura


