Portada de la obra
Eduardo Mendoza, ganador del premio Planeta 2010 con Riña de gatos, plantea en La aventura del tocador de señoras una hilarante historia detectivesca protagonizada por el mismo personaje de nombre desconocido de anteriores novelas (El misterio de la cripta embrujada y El laberinto de las aceitunas).Este personaje sin nombre es un loco muy listo (ya sabemos el dicho de que no es lo mismo loco que tonto, al igual que tampoco ser bueno significa ser tonto) que sale de la institución en la que estaba recluido (debido a los planes de recalificación urbanística del solar en el que se ubica el centro) y acude a pedir ayuda a su hermana Cándida. El marido de ésta (su cuñado) le da trabajo en su peluquería ("El tocador de señoras") y, a partir de ahí, comienza el dislate de aventura que Mendoza nos narra con gran maestría en esta obra. Nuestro protagonista cae en un engaño por el que le quieren cargar un muerto y se ve obligado a investigar lo sucedido para demostrar su inocencia y quedar libre de culpa. Para ello se rodea de una peculiar tropa formada por varios estrafalarios personajes que no dudarán, cada uno por sus particulares motivos, en ayudar a nuestro protagonista a salir del atolladero en el que se ha visto metido y en el que se incluyen también unos comprometedores documentos desaparecidos.
Don Eduardo Mendoza
Antes de entrar a la crítica de esta obra debo reconocer abiertamente mi predilección por la producción de este autor. Además he escogido como primera reseña de una novela de don Eduardo la que posiblemente más me gusta de todas. Todo ello, sin duda, influirá en la vehemencia de mis conclusiones sobre la misma, cosa inevitable pues el subjetivismo en las criticas literarias es algo inherente al autor de las mismas, por muy objetivo que pretenda ser. Y ahora vamos a hablar de la escritura.Narrada en primera persona (como siempre en el caso de este personaje) con ese estilo discursivo de inteligente inocencia propia de un loco que ya empieza a venir de vuelta de unas cuantas jaimitadas, es para mi gusto la historia más divertida de todas las publicadas hasta ahora por Eduardo Mendoza (y he leído casi todo de él). A mí, particularmente, me ha producido mayores carcajadas que la archiconocida y celebradísima Sin noticias de Gurb. Además, otra de las cosas que me encantan de este escritor es su habilidad para manejar las palabras de manera sencilla pero incluyendo en su discurso términos menos conocidos por el general de los mortales, evitando así que caigan en el más absoluto de los olvidos. Y por supuesto, también me encanta cómo te captura con una prosa ligera, fluida y amena. Por eso y mucho más esta es la novela que siempre recomiendo cuando me piden consejo sobre el autor barcelonés.
Y todo esto por no hablar de los personajes que acompañan al protagonista, creados y descritos con excepcional habilidad y oportunidad. En fin, probablemente la mejor de las obras sobre el "detective loco" de Eduardo Mendoza, incluyendo también las posteriores (al menos hasta ahora). Totalmente recomendada para pasar un buen rato de lectura feliz.
Ficha técnica:
Editorial: Seix BarralISBN: 978-84-322-1703-6Edición: 1era en esta presentación, 11° impresión marzo 2011Formato: Papel
Género: Humor, intrigaTraducción: No procede