Magazine
La adusta ciudad de Muros, situada en las estribaciones de las Montañas del Norte y capital de una región escasamente poblada del mismo nombre, era un hervidero de humanos y enanos tras conocerse las últimas noticias llegadas de la frontera. Al parecer una gran horda de orcos y goblins avanzaba, imparable, arrasando todo a su paso. Seguir leyendo
También podría interesarte :