Os pongo al día:
- Sigo horneando sin descanso, y en estas últimas semanas más que nunca porque amén de suministrar azúcar en mi entorno más próximo, el círculo ha aumentado y estoy atendiendo varios encargos (entre ellos una fiesta de Halloween).
- En medio de todo este jaleo repostero, mi batidora de varillas ha decidido jubilarse. No ha habido tiempo para despedidas, su sustituta ha llegado rauda y veloz a cumplir su cometido. Eso sí, la sombra de esta otra candidata que os presenté en su día sobrevuela mi cocina...
- Más de un año de paro y
- Estoy trabajando en un blog nuevo cuyo estreno había previsto para la llegada del otoño... que dentro de poco será un recuerdo lejano. Pero de verdad de la buena que ya casi está listo para su presentación en sociedad.
- Llevo fatal mis propósitos para el nuevo curso. No me he apuntado al gimnasio, no he pedido información para las clases de yoga, y por supuesto mi incursión el mundo repostero-galletil va a tener que esperar un poco. Por lo menos puedo decir que este fin de semana he comprado mi primer manojo de acelgas de la temporada, y que estoy deseando hincarles el diente.
- Las entradas sobre mi viaje a Nueva York están organizadas sólo en mi cabeza (y en una libretita). Tengo aún bastante trabajo retocando fotos y redactando textos. Así que es muy probable que recibáis dosis neoyorquinas con cuentagotas y bastante retraso.
- Este fin de semana lo tenía que haber pasado en casa de unos amigos en Florencia. Ir a Florencia siempre me pone de buen humor, me gusta la ciudad, adoro la comida toscana, la gente... todo a un par de horas en tren. Al final tuvimos que cancelarlo en el último momento, pero ahí queda, pendiente.
- También tenía medio organizada otra escapada a Madrid en octubre, y también ha habido que postergarla -posiblemente hasta finales de noviembre-. Madrid, me esperas, ¿verdad?
- Todavía no he hecho el cambio de estación. Hasta ayer el tiempo en Roma era casi veraniego. Hoy, de repente, y como suele pasar aquí, las temperaturas han bajado de golpe y encontrar mis pijamas de invierno se ha convertido en una necesidad.
- Y aunque a veces me cueste mantener el ritmo del blog, e incluso piense en cerrarlo por falta de tiempo, lo cierto es que tengo mil ideas en la cabeza que si no plasmo aquí no sé dónde voy a "almacenar".
Creo que con esta actualización compenso mis dos semanas de silencio, ¿no? Ahora os dejo que asimiléis toda esta información mientras yo me voy a atender mis otras muchas cosas :-)
¡Buen -y frío- lunes de octubre!
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