La burbuja de la deuda autonómica a punto de estallar

Publicado el 15 mayo 2012 por Reddeblogscomprometidos @redblogscomp

Las comunidades autónomas suponen el mayor agujero negro del dinero público de todos los españoles. Son el talón de Aquiles de nuestra economía y su sostenimiento impide salir de la crisis. Muchas comunidades autónomas financian su deuda con intereses superiores a lo que está pagando Grecia por la suya en incluso varias veces lo que paga Portugal o Irlanda. Hoy en Diario El Aguijón analiza esta explosiva conyuntura el profesor y Economista del Estado Joaquín Javaloys, autor del libro El Ocaso de las Autonomías.
*Por Joaquín Javaloys




¡Situación alarmante!: algunas Comunidades autónomas, ante la desconfianza de los Bancos y de los mercados financieros, están contrayendo deuda pagando por ella unos intereses superiores a los que abonan los países europeos rescatados. La Generalidad Valenciana acaba de colocar deuda en Bankia a 6 meses al 7 %, lo que se compara negativamente con Grecia que en abril pagó el 4,55 % por el mismo plazo; con Portugal, un 2,9 % y con Irlanda, el 0,98 %. Otras CCAA que tienen que financiarse con altos tipos de interés son Cataluña, con la rentabilidad del bono en el 9,5 %, y Andalucía, en el 9,4 %.
Los expertos financieros advierten que esa situación es insostenible por lo que los propios responsables económicos de las CCAA comienzan a tomar conciencia de que ahora ya es poco viable la refinanciación de la deuda.
Actualmente, dado que estamos en recesión, los ingresos de las CCAA –y obviamente los del Estado- se reducen, mientras que los gastos se mantienen. Consecuencia: el déficit tiende a aumentar. Para reducirlo se han llevado a cabo recortes sociales y copagos en servicios públicos, que resultan insuficientes.
Para financiar el déficit las Administraciones tienen que endeudarse. Las CCAA están inflando su enorme burbuja de la deuda autonómica; pero más preocupante aún que su colosal volumen es la velocidad con que se incrementa.
Efectivamente, por el costosísimo y superendeudado Estado de las Autonomías nos estamos acercando cada vez más a la insolvencia, tanto estatal como de las CCAA, pues en 2011 las Autonomías debían ya 140.083 millones de euros (en términos de Protocolo de Déficit Excesivo) más otros 51.515 de pasivos en circulación correspondientes a empresas y diversos entes autonómicos; o sea, un total de 191.597 millones de euros (en términos de pasivos en circulación), que es la magnitud de la realidad del endeudamiento de las Autonomías.La deuda total de las CCAA aumentó un 28,05 % en 2011, si bien en términos de Protocolo de Déficit Excesivo solo se incrementó un 17,3% hasta un volumen de 140.083 millones de euros.
Muchos entes autonómicos se han creado para camuflar deuda y para colocar enchufados, especialmente en la crisis de los últimos años, cuando se ha recurrido cada vez más a emitir activos financieros que no contabilizan a efectos del Protocolo de Déficit Excesivo (Tratado de Maastrich).
Pero lo peor es que el Gobierno ha estimado en el Programa de Estabilidad que este año la deuda pública seguirá creciendo de forma abrupta y que en 2013 seguirá subiendo. ¡Vaya perspectivas más negativas!.
Recientemente, para empeorar el riesgo de la burbuja de la deuda autonómica, la agencia de calificación crediticia Standard &Poor’s, tras situar la nota de España en BBB+, a dos escalones del bono basura, ha rebajado la nota de nueve CCAA, dejando a la Comunidad Valenciana en “bono basura” (BB) y a Cataluña y Baleares al borde del bono basura (BBB-).
Dicha agencia de calificación crediticia concluye que la capacidad recaudatoria de las CCAA en 2012 seguirá disminuyendo, lo que impedirá cumplir su objetivo de déficit y hará necesario el recurso a un creciente endeudamiento.
Además, Standard &Poor’s constata que la capacidad del Estado para apoyar a las CCAA se ha debilitado en el actual contexto recesivo y posteriormente, se reducirá más aún dado que habrá una lenta actividad económica hasta 2015.
Ante la imposibilidad de algunas CCAA para refinanciar su deuda con los vigentes altos tipos de interés se ha pensado en la puesta en marcha de un nuevo instrumento financiero, la emisión de deuda autonómica con aval del Estado, que se suele denominarhispabonos. La solución de los hispabonos no es buena porque si el Estado avala la deuda de CCAA cuya nota crediticia es la de bono basura, como la de la Comunidad Valenciana, entonces la calificación crediticia de España descenderá y se aproximará también a la nota de bono basura y resultará más cara la financiación de todas las administraciones públicas, no solamente la de las CCAA que se hallan en bancarrota.
Pero el peligro de estallido de la burbuja de deuda autonómica se ha disparado ahora con la nacionalización de Bankia y la necesidad de fortalecer el sistema financiero español, pues los Bancos habrán de aumentar sus provisiones para sanear sus activos, lastrados todavía cuantiosamente por la dudosa recuperación de sus créditos inmobiliarios. Sin embargo, actualmente ni las entidades bancarias ni el propio Estado disponen ya de fondos suficientes para sanear completamente un sistema financiero que, previsiblemente, necesitará ser rescatado con fondos exteriores (BCE, FMI, …). Por lo tanto, si los Bancos no tienen fondos y tienen que ser rescatados, ¿cómo van a seguir refinanciando a unas superendeudadas y poco solventes CCAA?
Entonces, si llegase a ser necesario, ¿quién podrá rescatar a las CC.AA.?, porque el hipotecado Estado español apenas cuenta con recursos. ¡Nadie!.¡El suicidio de las CC.AA. se habría consumado!. La burbuja de la deuda autonómica va a estallar y será fatal para las CCAA. La enfermedad que aqueja al Estado de las Autonomías es terminal, porque su bancarrota parece inevitable. Las CCAA imposibilitan que España cumpla sus objetivos de déficit y salga de la crisis.
Finalmente, Europa y los mercados financieros nos obligarán a elegir entre el mantenimiento de nuestras ruinosas Autonomías o nuestra pertenencia a la desarrollada Europa del euro. Si no se reduce ya sustancialmente el gasto y la estructura político-administrativa de las CCAA, la desaparición del Estado de las Autonomías llegará a ser inevitable, por una mera cuestión de supervivencia. ¡Estamos en el principio del fin de las Autonomías!: se vislumbra ya su ocaso.
Un número creciente de españoles son partidarios de la plena recentralización política, con devolución de las competencias de las CCAA al Estado central. Esta solución es inaceptable para los nacionalistas, por lo que resulta poco viable teniendo en cuenta que la autonomía territorial es un derecho constitucionalmente reconocido.
Pero si es factible una recentralización parcial. En efecto, si tenemos en cuenta que el artículo 149 de la Constitución enumera las competencias exclusivas del Estado, las cuales, en gran parte, han sido transferidas o delegadas a las CCAA de acuerdo con el articulo 150.2 de la CE, entonces para evitar la quiebra financiera de una o varias CCAA, el Estado sí que puede constitucionalmente intervenir en ellas y recuperar sus competencias exclusivas transferidas o delegadas, incluso sanidad, educación o justicia, por interés general; reduciendo así sustancialmente los presupuestos de gastos de esas CCAA intervenidas, a las que también ayudará en todo lo posible a refinanciar su deuda pública, evitando su quiebra. En este caso, a esas CCAA intervenidas se les podrían mantener competencias en las materias relacionadas en el artículo 148 de la Constitución.
En todo caso, para salvar las Autonomías de la próxima explosión de la burbuja de la deuda autonómica hay que actuar quirúrgicamente y con urgencia: hay que comenzar a reducir drásticamente sus gastos, haciendo nuevos presupuestos de Base Cero, que pongan en cuestión todas y cada una de sus partidas. Por supuesto, hay que recortar ya la mastodóntica estructura político-administrativa de las CCAA. Pero tampoco esto será suficiente.
La cuestión indispensable que hay que solucionar es la siguiente: las CCAA generan déficit presupuestario estructural que han de financiar con deuda pública; es decir, que cada vez serán más insolventes y se acercarán más a su quiebra financiera. Entonces ¿cual sería la solución?.
Para especificarla, hemos de tener en cuenta que la prestación de servicios públicos (sanidad, educación,…), por economías de escala es bastante menos cara si la proporciona el Estado que si lo hacen 17 CCAA con 17 burocracías gestoras de esos servicios públicos. Se estima que la Sanidad prestada por el Estado es un 20 % menos cara que la misma Sanidad prestada por las 17 CCAA.
Al transferir Sanidad o Educación a las CCAA el Estado se comprometió a dotarlas con los fondos necesarios para prestar esos servicios públicos. ¡Y lo hizo!, pero solo con los costes que tenían para el Estado. Como en la realidad autonómica esos costes resultan ser bastante más caros, las dotaciones del Estado para esos servicios públicos resultan insuficientes y las CCAA tienen que complementarlos con fondos propios. Al ir disminuyendo con la crisis económica los fondos propios de las CCAA, se han ido produciendo mayores déficits presupuestarios que han sido financiados con deuda autonómica. Además, en uso de su autonomía financiera, algunas CCAA han empleado fondos inicialmente destinados en las transferencias estatales correspondientes a Sanidad o Educación para gastos identitarios.
El resultado de todo ello es que la deuda autonómica ha alcanzado volúmenes enormes que obligan a destinar crecientes recursos a su amortización y al pago de intereses y, sobre todo, a una refinanciación cada vez más costosa y difícil. Hasta ahora esa refinanciación se ha hecho con los Bancos españoles. ¡Hasta ahora!. Pero si el sistema financiero, tras la nacionalización de Bankia, necesita fondos adicionales para no ser rescatada por organizaciones internacionales, y no puede seguir financiando a las CCAA en la cantidad necesaria y con tipos de interés aceptables, ¿quién refinanciará la deuda autonómica?. ¿Un Estado al borde de la insolvencia que, además, tiene que cumplir los compromisos derivados de su pertenencia al euro: déficit, techo de gasto,…? Me temo que el Estado solo puede auxiliar a las CCAA en sus problemas de liquidez, pero no plenamente en los gravísimos problemas de refinanciación de su deuda. Entonces ¿cuándo va a estallar la burbuja de la deuda autonómica?. Es posible que sea más pronto que tarde. Por si acaso, vamos a prepararnos…
*Joaquín Javaloys es escritor, Economista del Estado y colaborador de "Recortes para Todos". Autor de El Ocaso de las Autonomías, que puede bajar gratuitamente aquí .