"La cadena vio"

Sólo lástima puede transmitir el comentario del Fidanza desde las columnas rosqueras de La Política Online, cuando, al referirse al affair de los buitreros y luego del discurso confuso de Cristina, dice que "una derrota disimulada sigue siendo una derrota".
Allá lejos por 1956 el padre de la sociología popular, Don Arturo Jauretche nos alarmaba sobre estos "profetas del odio" que eran los voceros del antiperonismo o, mejor dicho, los voceros de lo antinacional que celebraban la caída del régimen más allá de toda consecuencia trágica en lo social y en lo económico. Fidanza pertenece a esta estirpe de forros que expresan sus deseos de que el kirchnerismo termine de manera catastrófica, más allá de las consecuencias que el país tenga que pagar.
También es preso de las ideas en boga, exige que el gobierno tome las medidas restrictivas y que deje de alentar el consumo (si de todas formas es una batalla perdida).
Por otro lado, la cadena nacional solo transmitió confusión (salvo para aquellos aduladores donde Cristina puede dar una receta de cómo hacer un arroz con leche que aplauden como locos agradeciendo su claridad). No obstante, la ambiguedad del discurso de Cristina tiene que ver por un lado, la necesidad imperiosa de dar una respuesta directa a los dueños de la papota sobretodo porque la gran mayoría de los argentinos se enteran tergiversadamente a través de un resumen de TN y por otro lado, no podía dar muchas precisiones hasta tener en claro la jugada (será el ministro quien finalmente brinde hoy en una o dos horas explicaciones certeras y sin volteretas argumentativas).
La reflexión final de Abel me parece la más sencilla y congruente:
"Resumen:Creo que, en cualquier alternativa, el resultado para la economía argentina es claro: deberá continuar, por un período largo, sin posibilidades de endeudamiento externo. Francamente, considerando nuestra adición histórica al crédito fácil, no es una situación que me angustie".