Piensas que tienes demasiada ropa que no te pones. Te planteas vaciar el armario. Lo abres y empiezas a mirar. Este traje no me lo pongo desde hace tres años; pero igual la temporada que viene vuelven a llevarse. Esta falda, no me vale; pero me he puesto a régimen. No la voy a quitar, porque si adelgazo, no voy a tener nada que ponerme. Este abrigo no me lo pongo nunca, pero le tengo cariño, y este pantalón no le voy a dar, porque me lo regalo nosequién. Media hora repasando prendas y, al final, más por vergüenza torera que por otra cosa, quitamos dos camisetas y un jersey. La única posibilidad real de eliminar prendas de tu armario es hacerlo sin pensar. Dejar la mente en blanco y ejecutar como una máquina de la limpieza. Si no, no hay nada que hacer.
La caja de ¨pre¨
Publicado el 12 enero 2012 por BeatrizbeneitezPiensas que tienes demasiada ropa que no te pones. Te planteas vaciar el armario. Lo abres y empiezas a mirar. Este traje no me lo pongo desde hace tres años; pero igual la temporada que viene vuelven a llevarse. Esta falda, no me vale; pero me he puesto a régimen. No la voy a quitar, porque si adelgazo, no voy a tener nada que ponerme. Este abrigo no me lo pongo nunca, pero le tengo cariño, y este pantalón no le voy a dar, porque me lo regalo nosequién. Media hora repasando prendas y, al final, más por vergüenza torera que por otra cosa, quitamos dos camisetas y un jersey. La única posibilidad real de eliminar prendas de tu armario es hacerlo sin pensar. Dejar la mente en blanco y ejecutar como una máquina de la limpieza. Si no, no hay nada que hacer.