En esta casa pasé los mejores años de mi vida. Entrar en aquella morada era algo mágico, especial, un lugar donde me sentía muy a gusto y sobre todo muy querida.Recuerdo a mi abuela siempre vestida de negro, una mujer llena de vitalidad que se preocupaba mucho por todos sus nietos. Era feliz cuando compartíamos nuestro tiempo con ella, y nosotros no podíamos dejar ni un solo día de ir a visitarla.Mi abuela, por la cual llevo el nombre, era una persona, tremendamente culta, siempre estaba leyendo y se preocupada de saber la actualidad a través de diarios y televisión.Pasar por delante de su portal y mirar los balcones, ha resultado una mezcla de recuerdos felices y tristes a la vez.Han pasado muchos años desde que nos dejó, diría que veinticinco, y todavía la llevo en mi corazón.
La casa de mi abuela
Publicado el 06 enero 2013 por EdnaEn esta casa pasé los mejores años de mi vida. Entrar en aquella morada era algo mágico, especial, un lugar donde me sentía muy a gusto y sobre todo muy querida.Recuerdo a mi abuela siempre vestida de negro, una mujer llena de vitalidad que se preocupaba mucho por todos sus nietos. Era feliz cuando compartíamos nuestro tiempo con ella, y nosotros no podíamos dejar ni un solo día de ir a visitarla.Mi abuela, por la cual llevo el nombre, era una persona, tremendamente culta, siempre estaba leyendo y se preocupada de saber la actualidad a través de diarios y televisión.Pasar por delante de su portal y mirar los balcones, ha resultado una mezcla de recuerdos felices y tristes a la vez.Han pasado muchos años desde que nos dejó, diría que veinticinco, y todavía la llevo en mi corazón.