En alguna ocasión ya he contado que a los médicos de
emergencias nos regalan poca cosa. Nuestros pacientes, los pobres, rara vez nos
ven ni siquiera la cara y con el tiempo que estamos con ellos no nos toman
cariño, claro. Como gastamos pocos fármacos, ni nos sacan a comer los de los
laboratorios, ni nos llevan de viaje y los netbook nos lo tenemos que comprar
nosotros. ¡Snif! Por si esto fuera poco, nuestros compañeros de empresas
subcontratadas que trabajan con nosotros (ambulancias, limpieza, cafetería,…)
nos fustigan la moral con las cestas de navidad que sus empresas les regalan y…
eso duele. Es como si te dijeran ¡Nuestra mami nos quiere y la vuestra a
vosotros no!, y… eso duele. Pero yo este año, tengo una corazonada. Sé, que mas
temprano que tarde y sin tardanza, nuestra empresa este año nos va a sorprender
con una cesta que se nos van a saltar las lagrimas. Lo presiento. Sé que
estamos en crisis, si. Pero nuestros directivos están contentos. Con lo que
dicen los sindicatos que han cobrado de productividad variable y lo que se han
ahorrado de la nuestra con nuestro contrato de gestión que nunca firmamos ( lo
hacemos por ahorrarle dinero al SES, eh? “Que nadie piense que es por molestar
ni por darle disgustos a nuestra coordinadora, que mira que se empeñó, que hay
mucho malpensado”). Si no queremos productividad variable es porque somos de
estoloarreglamosentretodos.org y para que nuestros abnegados directivos puedan
cobrar algo mas, que ellos si que le quitan tiempo a sus familias, no ven
crecer a sus hijos,…
Por eso yo, este año,
estoy esperanzado. Mis escépticos compañeros no me creen, pero yo lo siento.
ESTE AÑO SI, YA LO VEREIS….Y VA A TRAER DE TODO.