Porque como muy sabiamente dice mi padre: si uno no se quiere así mismo, tampoco podrá hacerlo con los demás.
Inocente, alegre, risueña, simpática (eso no lo digo yo, me lo han dicho en numerosas ocasiones) pero sobretodo feliz, muy feliz, así fue y vivió su infancia la pequeña Laura, por todos conocida como "Laurita" en su pequeño gran pueblo abulense
Barromán.
Quería ser periodista o profesora, no lo tenía muy claro, pero sí sabía claramente dónde y ese dónde era Madrid.
Estudió su carrera, y aprendió, y mucho, de una escuela que no falla, esta es la de la vida.
Se divirtió, viajó, lloró, rió, soñó, se enamoró, se llevó alegrías, decepciones, ilusiones, desilusiones......pero lo que si encontró en la gran ciudad, son a grandes personas y a unas amigas que hoy se puede decir que son sus mejores amigas, sin olvidar las que ya tenía.
Anita es otra historia, es como una hermana, aunque ella ya tenga ocho más y yo tenga a mi Nachete.
Y se acabó la época de la facultad, llegó la incertidumbre, los retos, la responsabilidad, la pre madurez, la vida laboral, los madrugones y porqué no otra etapa muy feliz y enriquecedora, dónde nada de lo anterior ha faltado.
Halloween 2011
Nochevieja 2011
Mis 28 añitos
Eso sí, aquí "Laurita" ha dejado de serlo para pasar a ser "la Luquero", "Luquerito" y sus diversas vertientes. Y siguiendo inmersa en esta etapa, quizá ya un poquito mas cerca de la madurez, aquí me encuentro con 29 añitos o añazos, llena de proyectos e ilusiones.
¡Ese mundial!
¡Mis supercompis!
Y siendo realista y sensata, puedo y debo reconocer que la vida me ha tratado y me está tratando bien.
Y en parte, ello también es debido a vosotros, a los que siempre estáis ahí y hacéis mi vida más alegre. GRACIAS Y OS QUIERO