Fotografía de Dpnuevo
Construida en el año 532 es la cisterna más grande de las 60 que se construyeron para abastecer de agua a la ciudad de Estambul en época bizantina. Estas cisternas servían para dotar de agua a la población en época de sequía o de asedios, ya que durante estos el agua era envenenada.Situada delante de la gran iglesia de Santa Sofia, la Cisterna de Yerebatán es conocida con otros nombres como la Cisterna Basílica o Yerebatan Sarayi, el Palacio Hundido. En su interior nos sorprenderá el tranquilo bosque de columnas formado por 336 columnas de 9 metros de altura fueron extraídas de diferentes templos paganos y son de estilos jónico, corintio y dórico.
Reabierta al turismo el año 1987 es una visita obligada en Estambul. El lugar dispone de tienda de souvenirs y una cafetería para saciar nuestro apetito. Abre todos los días, menos los martes, de 09:00 a 18:30 y con un precio de 6 € aproximadamente.