Magazine

La claustrofobia

Publicado el 17 diciembre 2012 por Mundotlp @MundoTLP

Al contrario que la agorafobia, este trastorno implica el temor a quedar confinado a espacios cerrados. Se estima que entre un 2 y un 5% de la población padece esta fobia.
Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como también el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC.
Claustrofobia (del Latín claustrum, "cerrar" y el Griego φόβος, phóbos, "pánico"), es un miedo intenso a los lugares cerrados. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV, APA, 1994 la clasifica dentro de los trastornos de ansiedad como una Fobia Específica, es decir, un miedo intenso y específico a situaciones y objetos concretos. Cuando la persona se enfrenta a ese objeto o situación experimenta ansiedad intensa de forma inmediata. La persona tiende a evitar la situación fóbica, aunque reconoce que el miedo es excesivo o irracional.
Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas, hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades, así como también el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC.

Componentes

La claustrofobia incluye dos componentes:
  1. Miedo a la restricción. Es decir, al confinamiento, ya que los espacios cerrados pueden suponer una limitación de movimientos, la persona manifiesta "sentirse atrapada".
  2. Miedo al ahogo. La persona manifiesta una sensación de falta de aire, de asfixia.

Miedos más frecuentes

La persona no teme la situación en sí misma, sino las posibles consecuencias negativas de estar en ese sitio.
  • Los miedos más frecuentes son quedarse encerrado o la asfixia. La mayoría de los espacios claustrofóbicos conllevan un riesgo de quedarse encerrado (por ejemplo en un ascensor) y una restricción de movimientos, por lo que las personas con claustrofobia suelen sentirse muy vulnerables cuando se restringen sus movimientos.
  • El miedo a la asfixia suele aparecer porque las personas creen que no hay suficiente aire en un espacio cerrado.
  • Cuando una persona que sufre este problema anticipa que va a entrar o entra en un espacio cerrado experimenta una gran preocupación y temor, también experimentan sensaciones corporales, como por ejemplo, palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, confusión, etc.
Todos estos síntomas suelen remitir de forma rápida en cuanto se abandona la situación de cierre. Lo cual lleva a la persona a intentar evitar todas estas situaciones, es decir, a no enfrentarse a aquello que teme.
Otras veces, aunque se enfrente a esas situaciones lo hace experimentando una gran ansiedad y por tanto puede que intente protegerse de algún modo (por ejemplo, situarse cerca de una ventana de la habitación, sentarse en la última fila del cine, o sentarse cerca del pasillo, en el tren, entre otras).
Asimismo, puede que también aparezca ansiedad anticipatoria, esto es, mucho antes de que la persona tenga que enfrentarse a la situación temida, ya aparecen sensaciones corporales y pensamientos perturbadores.

Frecuencia

Se estima que entre un 2 y un 5% de la población general padece de claustrofobia, originada generalmente por haber vivido una experiencia desagradable en un espacio cerrado. Pero también el miedo a los espacios cerrados puede adquirirse indirectamente, por recibir información sobre experiencias desagradables en espacios cerrados o ver a alguien pasar por una experiencia de este tipo, cabe resaltar que dichas personas que sufren de este trastorno mental deben evitar los espacios cerrados ya que una vez que empieza este trastorno es difícil de controlar a la persona.

Síntomas

Los síntomas pueden incluir aquellos típicos de un ataque de pánico:
  • Sudoración
  • Latidos acelerados
  • Falta de aliento o hiperventilación
  • Temblores
  • Aturdimiento o desmayos
  • Náusea
  • Sensación de tener pavor, terror, pánico
Experimentar cualquiera de estos síntomas no implica que se deban a la claustrofobia. Estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones de salud, algunas de ellas potencialmente peligrosas.

Factores de Riesgo

Los siguientes factores de riesgo están asociados con una creciente probabilidad de desarrollar claustrofobia o ataques de ansiedad claustrofóbica.
  • Un antecedente de ansiedad o nerviosidad cuando se está dentro de un cuarto o espacio encerrado.
  • Evitar continuamente las situaciones que provocaron ataques previos de ansiedad; la elusión repetida de hecho puede incrementar la probabilidad de un ataque claustrofóbico y su severidad.

Miedos más frecuentes

La persona no teme la situación en sí misma, sino las posibles consecuencias negativas de estar en ese sitio.
  • Los miedos más frecuentes son quedarse encerrado o la asfixia. La mayoría de los espacios claustrofóbicos conllevan un riesgo de quedarse encerrado (por ejemplo en un ascensor) y una restricción de movimientos, por lo que las personas con claustrofobia suelen sentirse muy vulnerables cuando se restringen sus movimientos.
  • El miedo a la asfixia suele aparecer porque las personas creen que no hay suficiente aire en un espacio cerrado.
  • Cuando una persona que sufre este problema anticipa que va a entrar o entra en un espacio cerrado experimenta una reacción de ansiedad intensa como falta de aire, palpitaciones, mareo, entre otras.
Debido a esto, normalmente se evitan los espacios cerrados. Por ejemplo, subir por las escaleras 12 pisos antes de usar un ascensor, negarse a que le practiquen un TAC (Tomografía Axial Computarizada) incluso cuando es necesario, no utilizar el tren o el metro, etc. Como en otras fobias específicas, la respuesta de ansiedad disminuye considerablemente cuando la persona abandona el sitio cerrado.

Tratamientos

Psicoterapia

El tipo más común de tratamiento para la claustrofobia involucra asesoría de salud mental enfocada a vencer el miedo y a controlar las situaciones desencadenantes.
Para ello se llevan a cabo diferentes tipos de estrategias entre ellas:
  • Técnicas de relajación y visualización diseñadas para calmar el miedo cuando se está en un ambiente claustrofóbico.
  • Terapia cognitiva del comportamiento (CBT, por sus siglas en inglés), una estrategia que involucra el aprender a controlar los pensamientos que ocurren cuando confronta las situaciones que inducen miedo de manera que cambie su reacción.
  • En algunos casos medicamentos, como los antidepresivos o los ansiolíticos.

Relación con la agorafobia

Algunos especialistas relacionan la claustrofobia con la Agorafobia (miedo a los espacios abiertos) ya que las consideran dos caras de la misma moneda.
En ambas fobias, quienes las padecen reconocen que sus temores son irracionales, pero no pueden controlarlos. Los síntomas de ansiedad experimentados son similares. Y en ambos casos, la solución a la fobia comienza por enfrentar los propios temores.
http://elmundotlp.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss

También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :