Queridos lectores,
A pesar de las críticas, aquí sigo al pie del cañón. Ahora que llega el verano, espero que los ánimos se enfríen y entendamos éste pequeño momento de los domingos como una forma de pasar un buen rato. Vaya por delante mis mas sinceras disculpas a los que se sientan de tal forma identificados que lo entiendan como un insulto/ataque personal. Y los que disfruten de la modesta opinión de servidora, pues bienvenidos a mi espacio.
El otro día me quedé patidifusa; ¡Mi hijo decía Spiderman!. Bueno, no de forma tan clara, pero algo así sonaba. Con casi dos añitos, es cierto que quiere pasar mas ratos de los que su padre quisiera, rondando las estanterías de los cómics. Imagináis con qué intención: Echar mano de alguno. Pero no para leerlo, sino para jugar un ratito con él. Claro que su padre tiene otros planes y que esa personita de manos pequeñas pero hábiles, intente no sólo descolocar los cómics, sino tenerlos en sus manos, es algo que no parece hacerle gracia.
Mira que intenta dejarle algún cómic inservible, pero nada; Parece como si supiera cuales son los que lee “papá”. Y allí va como un bendito. Si, sería fácil no dejarle entrar en esa habitación, pero ya sabemos como son los niños. Así que la táctica ha cambiado: Ahora intenta que reconozca a los personajes y que sepa que no se juega ni se descolocan los cómics. Todavía no tiene mi peque ninguna camiseta ni zapatillas de superhéroes, pero estoy segura que todo se andará.
Lo mejor de esos momentos padre-hijo es que me puedo tomar un descanso. Así que, por una vez, benditos cómics.
Celia
Comparte esta entrada: