Ya iré hablando de cositas que me gusta comer, hoy quiero hablar de la comida china, que es como una droga para mi. Mi marido y yo muchas veces comentamos que los chinos le deben echar algo a su comida porque cuanto más la como más me apetece, he tenido rachas que si hubiera podido hubiera pedido a domicilio ¡todos los días!. Y es que nosotros pedimos a domicilio. Tenemos un "chino de confianza", a cuyo local, por cierto, no hemos ido nunca, que nos gusta cómo traen la comida, el sabor, la calidad y el precio. Nunca hemos tenido ningún problema y ya nos conocen, eso sí, nunca se han estirado a hacernos un regalito, y eso que somos unos buenísimos clientes, ¡rara es la semana que no les llamamos!.
Tanto comemos chino que de vez en cuando necesitamos variar de local y algunas veces hemos llamado al Take a Wok. No es que fuera nada del otro mundo, pero tenían menús bastante majos y a mi me ha sacado de más de un apuro cuando el niño no me ha dejado prepararme la comida. Bueno, pues la otra noche llamamos y no me cogían el teléfono. Venga a insistir y nada, busco de nuevo el número en Internet y ¡me encuentro con esto!:
Joer, ¡qué disgusto!. Me da bastante rabia, porque ya de por si estamos en un barrio donde es difícil que nos traigan comida a domicilio y ahora hemos perdido otra opción.
¡Hasta dónde va a llegar la crisis!.