Me ha costado ver completa la última conferencia de prensa que dio el Procurador General de la República. Ayer lo intenté tres veces, y no llegué sino al minuto cuatro. Hoy, hasta la laptop se resistía, y se apagó en el minuto cuarenta, más o menos. El quinto intento fue el bueno, y lo logré.
Como tantas otras personas, no le creo ni al señor Procurador, ni a la institución Procuraduría General de la República. Le creo a los sobrevivientes, a los padres, a los defensores de derechos humanos, a los expertos independientes. No dejo de creer o creo, porque sean unos u otros, a pesar de que desconfianza y confianza estén más o menos merecidas; se trata de lo que están diciendo. Me pregunto cómo funcionaría la justicia si las personas supieran qué es el respaldo científico, si estuviéramos acostumbrados a analizar un argumento. A veces suena a repetición vacía eso de que a los poderosos no les conviene que la gente aprenda a pensar; pero parece que efectivamente, no les conviene.
Silvia Parque