Tuve un profesor en la universidad que me parecía bastante mayor en ese entonces, aunque tendría no más de cincuenta años. Era un gran tipo, muy calmado, muy agradable.
Un día coincidimos en un curso-taller de masajes. Era un curso con varios temas; pero yo solamente entré al de masajes, y ahí estaba él, que sí había tomado el curso completo. La instructora pidió formar parejas, y nos juntamos. Todo iba bien hasta que tocó tocarnos... "más". Ahora no me importaría, supongo; pero en ese momento nos quedamos un poco pasmados, y él se las ingenió para que no hiciéramos juntos el ejercicio. Fue considerado.
Silvia Parque