La cosa va de excusas

Lo sé, lo sé. Os tengo abandonados.
Iba a poner mil excusas para demostrar que estoy tan liada que no puedo escribir en mi blog, pero creo que es justo que os confiese la verdadera razón: las musas me han abandonado. No sé si es porque el calor achicharra la única neurona que me queda, pero últimamente no se me ocurre nada ingenioso (si es que alguna vez se me ocurrió) y no me ha sucedido nada digno de mención: nadie me ha preguntado si estoy embarazada ni tampoco me he subido en un autobús en los últimos dos meses.
De todos modos no cantéis victoria, que amenazo con volver.
¿Alguien me inspira? Gracias.