.......la crisis nos separe

En el artículo anterior, decía de lo mucho que se perdía con la falta de respeto a la individualidad de cada uno de los integrantes de la pareja, y si encima a todo ello, se les une la cantidad de problemas que nos golpea  la maldita crisis que nos azota y asola, pues ya tenemos  en el disparadero de si es tan bonito e idílico todo. Verán, todo ello me viene, al estar viendo la televisión donde había un señor que era y es un ingeniero técnico, donde exponía lo que había sido su vida,  hablaba y se lamentaba que con su trabajo fijo, tenía su familia, su coche, vivía bien, y todo marchaba sobre ruedas, y al quedarse en el paro, pues se había separado, y muy seguro de sí, decía  que con la crisis las familias se destructuraban, o sea, él. Y es que te quedas en el paro, ya no se puede hacer ciertas cosas que antes se permitían, las letras se acumulan, se pierde la compostura, se tachan de flojos e inútiles porque ya no se le puede dar los caprichos a los niños, el amor eterno que se prometieron, nadie sabe donde está, en fin un caos. Y todo ello me viene al recuerdo, eso tan lejano, que nos decía el cura "en la riqueza y en la pobreza", siiiii, ¡¡¡en la pobreza, te vas con tu puñetera madre!!!, eso de que el amor es para siempre, despacito, cuando no hay problemas económicos, y hay mucho "parné" en el bolsillo, puede hasta valer y creérmelo, pero con más trampas que en Casa Crespo, pasando más calamidades que el que se perdió en el Sahara, y más ruina que los edificios en Siria, vamos a ir a hablar de amor, de romanticismo, de cuanto te quiero, y cosas por el estilo ¡¡¡venga ya, hombre!!!. A lo único que se le puede decir "te quiero" es a un bocadillo de mortadela con aceitunas, que por lo menos, el tiempo que te lo estás comiendo, no te estás acordando de todas las desgracias que tienes encima. Díganme si no es para estar  eternamente agradecido a ese bocadillo que te ha aislado de la realidad. Hasta que la muerte nos separe, no te jode.
                En fin, no es que esté muy en contra del matrimonio, solo es que para yo volverme a casar tiene que venir una pareja de la Guardia Civil de entonces, esposarme y llevarme al altar y si no es con alguna señora muy acaudalada tipo Duquesa de Alba, les pediría que me rematasen allí mismo y os juro que no es por el dinero, sino por no aguantar el chaparrón que nos cae. Bueno pues os deseo mucha salud,  hacer separaciones de bienes y no hacer locuras, que la felicidad dura lo que dura el dinero, lo demás es un brindis al sol. Y gracias por seguir ahí.