Había una vez una bella dama exigente y caprichosa. Era tan bella que tenía enamorados a todos los hombres de la región . Sólo hablaba con los más guapos, a los feos ni los miraba. Pero el más feo de todos, la quería con locura y en silencio. Tal era su exigencia, que ningún hombre por guapo que fuera, era lo suficientemente guapo y apuesto para ella. Así que, decidió elegir al pretendiente más guapo para casarse si, a cambio , le ofrecían la flor más bella y duradera que sus ojos hubieran visto jamás. Se armó un gran revuelo y todos los hombres guapos y apuestos se presentaron uno a uno ante ella con la flor más bella, original y exclusiva que jamás habían visto sus ojos. Los fue atendiendo uno a uno, hasta llegar a un caballero con máscara y cactus en mano. La bella dama quedó sorprendida ante semejante atrevimiento, ante lo cual exigió una explicación. El caballero contestó: Bella dama, al igual que éste cactus, la belleza está en el interior. Sus espinas representan las hostilidades de la vida que quedan olvidadas ante la hermosa flor que de vez en cuando asoma para magnificar la belleza de éste cactus. Se puede decir que es una planta casi eterna, pues, aunque las rosas sean mil veces más bellas que éste cactus, no sobrevivirán ni la mitad de los años que lo hará ésta desconocida planta. Las rosas se marchitan, pero éste cactus vivirá eternamente sin importarle ni el tiempo ni el clima . Y al igual que yo, la amaré con sus defectos y virtudes, sin importarme sus arrugas con el paso del tiempo. Aquella explicación hizo que la bella dama descubriera la belleza más oculta del joven caballero. Desde entonces se le conoció como la dama de las espinas.
Moraleja : Valora lo que te rodea y no te dejes llevar por la hermosura del momento, pues el tiempo castiga a todos con la vejez. Los cactus tienen espinas para protegerse del sol y adaptarse al medio, tú tienes ojos, corazón, mente y sentimientos para llegar al conocimiento.