Los silencios formaban fila detrás del tiempo,
un silencio se metía el dedo en la nariz
y miraba asombrado como los demás silencios
obedecían las reglas y eran ellos,
eran ellos hoy y mañana,
eran ellos quizás por miedo o
quizás les gustara ser silencio
quizás nunca habían gritado un gol
quizás nunca habían estado en una discusión
silencios enamorados de la enfermera del cuadro
o simplemente eran silencio y se acabó.
Pero el silencio de nariz inquieta , se impacientaba
el también pasó su larga vida en silencio
y estos, créame señora , son los peores,
a los de vida larga me refiero,
son silencios forzados y forzosos
son silencios que duelen y que maldicen en lo interno
son silencios resentidos y malhumorados
son silencios obligados a callar
silencios que no viven ni dejan vivir
son silencios que zigzaguean en el corazón de ella
y se hacen llaga en el de él,
silencio que es silencio por que le toco ser silencio
y ya de viejo ni sabe si es capaz de hablar
pero esa mañana era distinta,
temblaba en la fila
transpiraba
sentía que su silencio olía a mufa y a naftalina
le temblaban los labios
y la fila era demasiado silenciosa y sentía que todos lo miraban,
es que esa mañana dejaría de ser silencio
para ser una dulce palabra de amor.