Muchos actores se imaginan a un representante como la típica persona rica, a quien le sobran contratos para sus artistas y dinero. Sin embargo, la realidad es completamente distinta.
Decidir ser representante es relativamente fácil, puesto que no hay una prueba de acceso ni una titulación concreta para trabajar como tal, pero vivir en exclusiva de ello es complicadísimo.
Como sabéis, en Premiere Actors asesoramos a nivel jurídico a numerosos representantes y en las reuniones que mantenemos con ellos nos cuentan los múltiples obstáculos que se encuentran en su día a día.
Hoy queremos ponernos en su piel, para que los actores y demás personas del sector comprendamos y valoremos su dura labor.
¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentra un representante?
1- Su reputación está siempre cuestionada
Lo primero que se plantea un actor cuando conoce un representante es: ¿me fío o no me fío de él?, ¿me moverá de verdad? Incluso los actores que ya forman parte de la cartera del representante, a menudo sienten cierto recelo: ¿se estará aprovechando de los trabajos en los que me seleccionan?, ¿tendrá suficientes contactos?…
Se trata de una desconfianza generalizada que cuestiona continuamente el trabajo de los representantes.
En muchos casos, estas dudas están más que justificadas debido a la gran cantidad de representantes y agencias timo. Pero no debemos olvidar que también hay muchos otros casos que son un ejemplo de esfuerzo, profesionalidad y sacrificio.
Centrándonos en este último tipo de representantes responsables, éstos nos comentan que les hace mucho daño profesional los comentarios publicados en internet desprestigiando gratuitamente su trabajo, cuando provienen de actores que no han formado parte de sus carteras ni conocen su funcionamiento real. Desde aquí hacemos un llamamiento a dar referencias sólo de lo que se conoce bien y de primera mano. No nos gustaría que ellos nos juzgaran por internet sin conocernos, ¿verdad?
2- No hay tanto trabajo como parece
Partimos de la base de que nos encontramos ante un sector (audiovisual/teatral) que sigue en crisis, y que no ofrece una demanda de actores demasiado alta ni constante. Si a eso le sumamos que muchas veces trabajan los mismos por compromisos de dirección o de las cadenas televisivas, las posibilidades de que los representantes consigan colocar a los actores de sus carteras se reducen.
Pero todavía podemos menguar más el filtro: quizá los perfiles que tenga el representante en su cartera no sean exactamente los que solicitan los castings en ese momento.
3- Cobran por comisión
Los representantes no tienen un sueldo fijo, sino que cobran una comisión por los trabajos que consiguen a sus actores. Esta comisión oscila entre un 10% y un 20% en función del trabajo que se trate.
A priori parece mucho, pero vamos a comprobar con un ejemplo práctico cuanto se podrían llevar. Os ponemos un caso típico: representante que consigue colocar a un actor de reparto en una serie de televisión. Según las tarifas del vigente Convenio, y suponiendo que el representante tuviera una comisión del 15%, ganaría tan solo unos 42€ por sesión de rodaje. Aquí irían incluidas todas sus horas de contactos con los directores de casting, comunicaciones con la productora, negociación de condiciones laborales, firma de contrato, revisión de nóminas…
En definitiva, para tener un sueldo medianamente digno necesitan conseguir todos los meses decenas y decenas de contratos (cuanto mejor pagados estén mejor), algo que no siempre depende de ellos ni es posible.
4- Los actores se acomodan cuando forman parte de una cartera
No siempre, pero es muy habitual que los actores se relajen cuando consiguen entrar en la cartera de un representante. Muchos piensan que su formación y su material de autopromoción han sido suficientes, y que ya la pelota está en el tejado del otro. Pero esta idea es un grave error.
En cuanto a la formación, el actor nunca debe dejar de formarse para estar perfectamente preparado y activo en el momento en que le convoquen para un casting o trabajo. Y es que, en teoría, cuando se tiene representante hay más posibilidades de estar “en el circuito” funcionando, por lo que hay que estar en constante entrenamiento.
Respecto a tu material de autopromoción (currículum, fotos, videobook…), en el momento en que tienes representante es cuando mejor se difundirá: aparte de cómo lo muevas tú, a través de él le llegará a todos sus contactos, lo subirá a su web y redes sociales… en definitiva, hay que tener este material mejor que nunca, e irlo variando cada poco tiempo.
En resumen, el trabajo de representación es duro y muchas veces poco valorado. Pero también es imprescindible para la industria artística y muy vocacional.
Por ello, con este post queremos rendir un pequeño homenaje a todos los representantes que peleáis día a día por conseguir que vuestros actores alcancen sus metas, y que hacéis tanto trabajo “del que no se ve”. Todos vosotros tenéis nuestro apoyo más sincero y nuestro máximo respeto.
Ya seas representante o actor, ¿crees que nos ha faltado algún aspecto por escribir? Este blog se enriquecería mucho conociendo tu punto de vista. ¡Anímate a contarnos!