La dualidad en Cobra Kai

Publicado el 08 septiembre 2020 por Eli Rodriguez @elirodriguez07

Cobra Kai, la secuela de Karate Kid ahora disponible en Netflix ha atrapado a una generación nostálgica de los años ochenta, regresa treinta años después para contarnos que fue de aquellos entrañables personajes que dejaron su impronta en miles de seguidores de la exitosa serie, mientras esperamos la tercera temporada me ha llamado la atención la presencia recurrente de la dualidad en los personajes principales representando el Ying y el Yang de forma muy explicita en algunos casos y en otros no tan evidentes pero igualmente presentes.

Comenzando por el nombre de la secuela que ya nos da un indicio desde que perspectiva será la narrativa de la serie que aborda a un Johnny Lawrence golpeado por la vida y marcado por su derrota adolescente que no ha superado, en la primera temporada queda claro que los malos no son tan malos, ni los buenos tan iluminados como se presentan ante la sociedad, al igual que el símbolo del Ying y el Yang podemos observar la sombra de Daniel Larusso y la chispa que Johnny Lawrence enciende para revivir el Dojo de Cobra Kai.

Diabolus est inversus Dei

La Dualidad nos enseña que los pares de opuestos en el fondo son dos caras de la Unidad. Todos los seres humanos tenemos luces y sombras, incluso en el forzado antagonismo entre Johnny Lawrence y Daniel Larusso en el que veremos que los arquetipos de hombres malos y bueno son relativos ya que ambos nos muestran sus luces y sombras, descubriremos que Lawrence inicia un camino de redención de su personaje que irá evolucionando al intentar corregir sus errores pasados con sus alumnos del Dojo aunque no le será fácil salir del estereotipo de chico rudo de la secundaria al tiempo que intenta actualizar su chip analógico que quedó varado en los ochenta chocando con una sociedad mucho más sensible a temas de violencia, racismo y género, temas de los que realmente nadie se cuestionaba en su tiempo y ahora lo confronta haciéndolo quedar en ridículo en más de un episodio como cuando descubre Facebook y las apps para citas, para Johnny  los últimos treinta años se le presentan de golpe con tantas actualizaciones que simplemente no logra  encajar en la época de los sensibles millenials.

En el otro extremo un insoportablemente exitoso Daniel Larusso, el mismo que se ha quedado con la chica y ganado el torneo de la adolescencia, el arquetipo de ganador al que le fue bien en la vida, en el amor, en los negocios y sin embargo, su sombra se hace presente en prácticamente en cada capítulo porque a pesar de tenerlo todo ‘’aparentemente’’ tampoco logra superar la adolescencia con sus complejos y sus demonios que le hacen perder el débil equilibrio que lo hace creer superior a su eterno rival Johnny Lawrence. Los intentos un tanto infructuosos de Larusso de emular a su Sensei Miyagui cuando busca alumnos para su dojo acrecientan su ya vieja rivalidad con Johnny y contribuye a que la guerra de dojos termine de la peor manera posible.

No somos solo buenos o solo malos

La dualidad en Cobra Kai traspasa a los actores principales y se expande a otros personajes duales como en el Ying y el Yang del TAO lo que da un interesante contraste y balance a los personajes como Sam y Tory, personajes femeninos cuyas diferencias se complementan al igual que Miguel y Robby que heredan el legado de rivalidad de los dojos, que no comienza con Daniel y Johnny sino con los Senseis Miyagui y John Kreese, todos estos personajes no pueden decirse que son solo buenos y malos, aunque en algunos de estos pares opuestos no es fácil, en todos ellos como en el Tao hay un punto negro en el lado blanco, y un punto blanco en el lado oscuro.


by Eli Rodríguez