Creo que la amistad tiene edad. No es como el amor que puede sentirse alocado nuevamentecuando renace a los 80, como el odio que es siempre negro y mezquino o laenvidia que echa raíces en el alma casi desde que nacemos. La amistad tieneetapas, a semejanza de nosotros mismos, y se hace humana en la forma de crecery cumplir años.Cuando nace, acompaña al ser humano con inocencia de niña. Nospermite tener esos amigos del cole con la cadencia inexperta del que apenassabe hablar. Y por eso nos provoca sentimientos encontrados, confundidos entreel ego que esos días es compañero de pupitre y las ganas de sentirse compinchadoen la aventura fantasiosa de los juegos. Así pasa sus primeros cumpleaños, con palmadas de mil manosdiferentes y emociones que cambian con el curso académico de la vida, eldescanso del verano o la alegría de la afición compartida.
La edad de la amistad
Publicado el 06 marzo 2012 por MamenodCreo que la amistad tiene edad. No es como el amor que puede sentirse alocado nuevamentecuando renace a los 80, como el odio que es siempre negro y mezquino o laenvidia que echa raíces en el alma casi desde que nacemos. La amistad tieneetapas, a semejanza de nosotros mismos, y se hace humana en la forma de crecery cumplir años.Cuando nace, acompaña al ser humano con inocencia de niña. Nospermite tener esos amigos del cole con la cadencia inexperta del que apenassabe hablar. Y por eso nos provoca sentimientos encontrados, confundidos entreel ego que esos días es compañero de pupitre y las ganas de sentirse compinchadoen la aventura fantasiosa de los juegos. Así pasa sus primeros cumpleaños, con palmadas de mil manosdiferentes y emociones que cambian con el curso académico de la vida, eldescanso del verano o la alegría de la afición compartida.