De esta forma en un futuro cercano, los costes de la electricidad a partir de la energía solar, serán más económicos que el de otras fuentes tradicionales de generación.
Para lograr esta paridad de costes, la industria de la energía solar fotovoltaica debe seguir mejorando los niveles de eficiencia de las células solares como así también, crear mayores economías de escala que tiendan a reducir aún más los costes de fabricación.
Según el informe no existe fuente alternativa con el mismo potencial, y una mayor reducción de sus costes, tendrá el efecto de una expansión del mercado, donde su crecimiento solo estará limitado por la oferta y no por la demanda. A la vez, el reporte considera a la energía solar como una de las mejores soluciones para solucionar los problemas energéticos mundiales.
Según la International Energy Association (IEA), la capacidad global de la energía solar ha crecido en los últimos años a tasas promedios del 40 % anual. Para el año 2050, se espera que la energía solar fotovoltaica proporcione 11 % de la producción mundial de electricidad, lo que corresponde a 3.000 gigavatios de capacidad instalada acumulada. Estos niveles supondrían una reducción de las emisiones de gases de unas 2,3 gigatoneladas, lo que equivale a reducir las emisiones de uso de la electricidad de 253 millones de hogares al año (similar a lo que hoy significa Rusia y Japón juntos).
Por lo tanto, en un futuro cercano el principal reto a conseguir por parte de la industria fotovoltaica será el de combinar una mayor eficiencia con el menor coste posible.
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