Revista Literatura
La era de la decencia
Publicado el 05 abril 2011 por HouseFinalmente, el pasado sábado el Presidente del Gobierno rompió su silencio y se pronunció con respecto a su futuro como habitante de La Moncloa. Lo que muchos esperábamos. Se va. Pero se va con la dignidad de quién ha sabido hacer las cosas de la mejor manera que ha sido capaz cuando vienen mal dadas, cuando cae con aplomo y cuando el adversario pega dentelladas voraces sobre la yugular, con independencia de la situación internacional. ¿Cómo hubiera actuado cualquier otro líder político en sus mismas circunstancias, máxime cuando desde Washington y desde Berlín le tiran de las orejas continuamente?No le quedó alternativa. Aun a sabiendas de que con su marcha, el patio aún se revuelve más y aún se diversifica más el voto, no sólo en el tradicional bipartidismo, sino en aquellos átomos crepusculares sin consistencia, que se convirtieron esta caterva de pequeños partidos políticos que están naciendo a consecuencia de estómagos desagradecidos, fariseos, hipócritas, judas postmodernos y demás fauna ibérica. Mal futuro les auguro. Si mal lo tienen quienes se creen oposición en este país, peor futuro les espera a quiénes no están ni se les espera. A toro pasado es muy fácil hablar de lances, de naturales o de chicuelinas pero. amigos, para torear hay que estar en plaza y lidiar el mihura, el pabloromero o el vitorino diariamente, no sólo cuando nos apetece o cuando se nos antoja. Torear hay que torear a diario más allá de las apetencias sexuales del personal, de sus gustos o de sus aficiones deportivas. Por eso, es fácil criticar y desollar desde nuestra poltrona. ¿Qué hubiéramos hecho los demás en esa misma situación? Pensémoslo fríamente, y luego opinemos. Una era termina. Empieza la época de las primarias. Varios nombres que hace unos días se abrazaban a la rumorología más estridente, hoy son los protagonistas de la fiesta. Cambios de sillón, renuncias a cargos para esperar a la sombra, silencios inesperados, y declaraciones rocambolescas refuerzan a la propia familia. Y eso siempre es enriquecedor.En política, como en otras esferas, siempre se cometen torpezas. Y quién se va no fue ajeno. Era humano. Por tanto, frágil. Pero es importante preguntarse qué hubiera pasado si no le hubiera tocado gobernar en medio de una voraz crisis económica internacional. El problema que ahora se plantea el más que delicado. En España no existe alternativa. No podemos hablar de opción cuando en casa de los futuros se están apuntalando los cimientos. El del occidente asturiano se sintió traicionado por los suyos y huyó con una oleada de seguidores. En la costa opuesta, se inauguran aeropuertos sin oficio ni beneficio; otros se creen dueños y señores del cortijo y lo manejan al más puro estilo hitleriano; el jefe de éstos aún sigue desojando la margarita mientras decide qué traje se pone. Más al sur, el pimentonero sigue tan descafeinado como de costumbre. En la capital del Reino el olor corruptelas sobrepasa las fronteras naturales. Y así sucesivamente… suma y sigue. Siempre bajo las bendiciones de los amos más singulares de este país, cuya profesión en ocasiones es la de pederastas, amparados en ciertas ideologías y credos, aunque vayan por la vida con las sayas de la humildad y la decencia. En medio de este paisaje bucólico, su líder espiritual sigue sin norte y sin saber lo qué realmente sucede. O sea, no se entera de nadie.Partiendo de la base de que se ha gobernado mal, ¿alguien puede decirme qué pasará el 22M si tenemos en cuenta el lodozal en el que se ha convertido el patio de en frente? Es fácil adivinar… Quienes aspiran a gobernar lo tienen harto difícil mientras no desatasquen sus propias tuberías que, en ocasiones, aún les quedan humedades de otrora. Una era termina. Empezará otra con nuevas caras y nuevas ilusiones. El triunfo es relativamente fácil. Basta con observar las idioteces y las torpezas de los demás. Para hacerlo mejor que ellos hace falta poco, muy poco, empezando por tener dignidad, cosa que ellos desconocen. Al menos no saben qué es. Y así les va…