Domingo 11 de la mañana,Terrassa. Estoy con mi novia en el coche esperando que un familiar salga de una visita rutinaria al médico, nada grave. Al poco rato de aparcar veo por el retrovisor como una señora de unos 50 años bastante bien llevados , pelo rubio corto y delgada , viene desde unos 50 metros parando en cada coche. Vestía ropa de deporte, la típica que usan las señoras para ir a caminar. Lleva un ritmo al caminar que me hace pensar que caminar no es un suplicio para ella. Al llegar a nuestro coche se dirige a nosotros por la ventanilla con un papelito en la mano, un pequeño flyer fotocopiado con los datos profesionales para contactar y nos dice muy educadamente: -Buenos días , os dejo esto por si necesitáis servicios de construcción. -Gracias. Después los políticos y demás partidarios de criminalizar a los trabajadores dicen que somos unos vagos, todo para complacer a Merkel cuando nos señala con el dedo. Los mismos que viven del sudor de otros, del 99%, de los que compran y fabrican lo que ellos venden, ya sean productos o mentiras a lo que yo llamo propaganda. Si tuvieran la decencia de salir a la calle y conocer la realidad no hablarían así de los trabajadores que saben lo que es llegar a casa con la espalda rota a cambio de 800 euros.
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