LA Gatita cazadora. Cuento corto.
Erase una vez una gatita presumida y cazadora por error: cazaba a los gatos cazadores de los mejores ratones o ratonas,lo que fuera que cayese en sus fauces.
Tan buena era en cazar, que en dos o tres maullidos de los gatos vecinos, sabía si el gato vecino era un buen cazador.
Así, que tan gorda y gorda se puso de tanto comer ratones, que ya estaba lista para ser cazada ella, pero por los gatos cazadores.
Los gatos cazadores decían:
- Si no le damos caza a la gata cazadora, ésta nos quitará el fiambre nocturno.
Así, que con mil argucias, inventaron un percance para ella: una prueba o una encrucijada justo ideada para ella:
-¿Ratón o ratona?, dijeron en voz alta y le pusieron delante ambos, ya que sabían que era indecisa y tardaría en elegir al ratón más rollizo, para que se decidiera a caer en la trampa.
Y entonces la gata Marañona, que era tan golosa, no sabía que merendarse si ratón o ratona o ambos.
Lo que no esperaban los cazadores es que se merendara a ambos con tanta rapidez, que ni tiempo les dio a reaccionar a los gatos cazadores.
Luego movío los bigotes, buscó un buen mozo de gato, un romano atigrado, y le dijo que si quería cazar con ella a los grandes cazadores, para quedarse ambos con el botín de ratones.
El gato romano, mezclado con la blancura de la siamesa gata de ojos claros, dio a luz unos preciosos gatitos mestizos, romanos pero de ojos azules claros.
FIN
M.O.A
Las imágenes son de la autora.