El amigo Diego Romero, sevillano de nacimiento y chucenero de adopción, me envía un correo electrónico para dar a conocer a la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella, de Chucena (Huelva), cuya torre campanario guarda un asombroso parecido con la Giralda de nuestra bendita ciudad.
El edificio está situado en el extremo noroeste de la población, orientándose de sudeste a noroeste. De estilo renacentista, podríamos datarla en torno al último tercio del siglo XVIII.
En 1722, el Cabildo catedral de Sevilla, decidió ampliar la iglesia. Para ello, encargó al arquitecto Diego Antonio Díaz, la confección de planos y condiciones. Más tarde, se llama a Andrés de Silva, para ejecutar la obra en el plazo de un año. Aún así, gran parte de la obra es del último tercio del s. XVIII. Su planta mide 30’50 metros de largo por 8’40 de ancho. El templo, con planta de cruz latina, consta de una sola nave, crucero apenas iniciado y capilla mayor con testero plano. Se cubre la nave a tres aguas con tejas curvas. Al exterior presenta tres sencillas portadas. La principal, abierta a los pies del templo; las otras dos puertas laterales se sitúan, una frente a otra, en el tercer tramo del cuerpo de la iglesia.
Sobre el perfil de la fachada principal se alza, entre dos pináculos angulares, una mansarda coronada por vibrante frontón triangular decorado por cinco jarros de cerámica blanca. La portada, muy sencilla, presenta un arco de medio punto con moldurada rosca, imposta y moldura en clave, flanqueado por dos pilastras dobladas y cajeadas. El conjunto lo remata un frontón triangular partido, con sendos pináculos sobre sus vertientes laterales y en el centro, el escudo del Cabildo catedral de Sevilla, como patrono del templo.
Al buque de la iglesia se adosan, la capilla bautismal y la del Cristo. Las portadas laterales son idénticas. Se componen de un arco de medio punto con moldurada rosca, imposta y moldura en clave, flanqueado por pilastras cajeadas; un escueto entablamento y un frontón triangular. El crucero, poco acusado al exterior, sin cúpula central, se cubre a cuatro aguas con tejas árabes.
La torre, según moda imperante en la Baja Andalucía durante el setecientos, se inspira en el prototipo de la Giralda. Su base es simple pero el campanario se compone por dos cuerpos estilísticamente iguales y decrecientes.
En el interior de la Iglesia destaca el impresionante Retablo Barroco, de 10’50 metros de altura por 8’40 de ancho, uno de los más majestuosos del Condado onubense. Este retablo es de 1788, y fue realizado por Julián Giménes, con un marcado programa iconográfico mariano. Se divide en banco, cuerpo central de tres calles y dos amplios intercolumnios, con cuatro estípites, y ático semicircular, decorado por rocallas y motivos propios de la segunda mitad del s. XVIII. En el centro del retablo se abre el camarín que contiene la imagen de Ntra. Sra. De la Estrella, imagen de finales del s. XVI, Patrona de Chucena y que da nombre al templo.
Es también importante dentro de la Iglesia la imagen del Cristo de Burgos, talla del s. XVI, que presenta el típico faldón de corte gótico a modo de paño de pureza. Asimismo, junto a la imagen del Cristo anteriormente citada, aparece otra imagen, también del s. XVI, de la Virgen de los Dolores.
En 1973 el edificio experimentó una profunda reforma, que afectó fundamentalmente al arreglo de bóvedas, tejas, escalera de la torre y tesoro artístico. Dicha restauración y consolidación fue ejecutada, bajo la dirección del arquitecto Ricardo Anadón Frutos, por el maestro de obras de Chucena Manuel Gutiérrez León.
Fuente: www.chucena.es