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La gran liberación: perdonar

Publicado el 11 septiembre 2011 por Frabreum @FRABREUM

La gran liberación: perdonar
Luis GarcíaDubus-Santo Domingo: Mateo 18, 21-35 -El evangelio de hoy narra el caso de unhombre que debía “100,000 talentos”, suma que equivale a unos 133 millones depesos.
Dice elrelato que el hombre no tenía con qué pagar así que “se echó a los pies” delacreedor, le suplicó que tuviera paciencia, y le prometió pagarle.
El acreedor“se compadeció de él, y no solo le dejó libre, sino que además le perdonó ladeuda”.
Lo raro esque cuando este hombre salió, se encontró con uno que le debía a él 200 pesosy, a pesar de que el otro le suplicaba paciencia, él no tuvo compasión alguna,y “lo metió a la cárcel hasta que pagara”.
La verdades que es sorprendente que un hombre a quien acaban de perdonar una deuda de133 millones de pesos, se niegue a perdonar a alguien que le debe a él 200pesos, ¿no le parece? Este relato me viene a la mente cada vez que me sientoofendido por alguien. Creo que toda persona que se haya sabido perdonada porDios alguna vez en su vida, lo entenderá claramente.
Espero queusted no se considere una persona perfecta. Espero que haya podido experimentarel perdón de alguien, y especialmente de Dios.
En ese casoel evangelio podrá servirle, tanto como me ha servido a mí, para animarlo aperdonar, porque: Quien se sabe perdonado no se negará a perdonar. -“He tratadode perdonar, pero no he podido. No he podido arrancar de mí este sentimiento”,me dijo un amigo.
¿Está ustedtan confundido como mi amigo acerca de qué significa perdonar? Pues lea esto:Perdonar no es cambiar lo que uno siente, es cambiar lo que uno decide hacer.
Como diceel versito aquel: “El sentir no es consentir ni el pensar mal es querer,consentimiento ha de haber junto con el advertir”.
De modo queperdonar no es que usted deje de sentir el dolor de una ofensa, es que decidano vengarse, ni tampoco alimentar el rencor.
Apropósito: ¿Le gustaría a usted conocer una fórmula de cómo perdonar? Pues hélaaquí: Remite tu ofensor al tribunal de Dios. Lleva el asunto a Dios, y déjaloen sus manos; Él hará justicia. Entretanto tú, no solo no te tomes el derechode juzgar, sino que pide misericordia para tu ofensor.
Perdonar noes fácil. Casi podríamos decir que humanamente es imposible.
Sinembargo, conozco personas que han aplicado esta fórmula y Dios le ha liberadototalmente del rencor. Porque el verdadero beneficiario del perdón no es elperdonado, es el que perdona. Seguramente por eso el Señor dijo en una ocasión:¿Han entendido esto? Pues dichosos ustedes si lo cumplen (Juan 13,17)
LA PREGUNTADE HOY¿ES VERDADQUE QUIEN NO OLVIDA NO PERDONA?No. No loes. El N.° 2843 del Catecismo Católico dice: “No está en nuestra mano no sentirya la ofensa y olvidarla”. : De modo que perdonar es una decisión, y quien latoma, no solo se libera, sino que, poco a poco, (según el mismo catecismo) vasiendo ayudado “para cambiar su herida por compasión y su memoria por intercesión”.
En resumenperdonar es una gran liberación.
Fuentes:Listín Diario

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