El 28 de mayo de 1988, todo parecía estar bajo control cuando Boeing 737-300, de 33.40 metros de largo y un peso de más de 72,000 libras, despegó desde el aeropuerto de El Salvador a las 9:00 am, hiciera escala en Belice y con destino final hacia Nueva Orleans, cerca del mediodía.
En su paso por el Golfo de México, una fuerte tormenta eléctrica, acompañada de granizo, provocó algunos daños a los motores del avión.
Cuando se iban acercando cada vez más a su destino, la aeronave comenzó a descender repentinamente cuando se encontraba a los 16,000 pies de altura o 4.87 km, tras presentar fallas en el sistema eléctrico. Los siguientes minutos se llenaron de angustia para los pasajeros.
En la cabina, todas las alarmas comenzaron a sonar, como anuncio de que se acercaba algo grave.
Fueron momentos decisivos. Al comenzar a salir de la tormenta, el salvadoreño Dárdano, a la cabeza de la tripulación, solo tenía dos alternativas, según la torre de control, ante el daño en los motores: aterrizar de emergencia en una autopista, pudiendo causar aún más muertes que las posibles vidas rescatadas o realizar un aterrizaje acuático sobre un canal de Nueva Orleans sin saber cuáles serían las posibles consecuencias.
Dárdano, quien había perdido un ojo durante un ataque en la Guerra Civil Salvadoreña, analizó las opciones mientras la nave perdía cada vez más altitud.
Llegando a penas a los 1000 metros, su tripulación logró identificar desde el aire un dique a un lado del canal. En esos segundos, Dárdano tomó una de las decisiones que marcaría a la aviación en el mundo.
Todo ocurrió en rápidamente. Al ubicar este espacio, Dárdano se armó de valor y logró aterrizar de forma exitosa, y con mínimos daños, salvando así las vidas de todas las personas en este vuelo.
Desde entonces, el episodio que pudo haber finalizado de forma trágica, pasó a la historia de la aviación mundial como uno de los aterrizajes más exitosos.
Tal es el reconocimiento, que incluso la National Geographic, en su serie May Day, reconstruyó este vuelo con varios de los testimonios de quienes viajaban ese día, incluido el piloto salvadoreño. FUENTE: laprensagrafica