Revista Diario

La historia de Leandra

Publicado el 24 abril 2014 por Negraflor @NegraFlor_Blog
By on 24/04/2014 in Historias de las lectoras

Es jueves, el día de las lectoras en el blog. Si me sigues hace tiempo, sabes que recientemente he introducido una nueva sección, las reseñas de las lectoras, que comparte día con las historias de las lectoras. Así que cada quince días hay una reseña de un producto redactada por una lectora; estas reseñas se intercalan con los testimonios de las lectoras, que comparten aquí el relato de su vuelta al cabello natural. Y hoy, después de la historia de Verónica y Alicia, te presento la historia de Leandra.

La historia de Leandra.

La historia de Leandra

Hola yo soy Leandra Ferreira y os voy a contar mi historia.

Soy carioca nacida en el centro de Río de Janeiro (Brasil). Soy una persona que desde de muy pequeña ha sufrido la discriminación por cuenta de mi cabello afro.

En mi país Brasil, la mayoría da la población es negra a pesar de ser un país muy mezclado, pero predomina el color negro. Yo de pequeña me acuerdo bien que cuando iba a la escuela era un sacrificio. No me gustaba nada que la gente se metiera conmigo por causa de mi cabello. Mis amigos siempre me decían que mi pelo era para fregar las soperas, que parecía un sol, que mi pelo era tan duro que no entraba el agua en él… y muchas más cosas. ¡¡¡Eso me ponía enferma!!! Pero yo intentaba llevar bien todo eso. Mi madre nunca me había alisado el cabello, ella no podía gastar dinero en alisan. Me acuerdo que una vez un chico  me tiró una piedra en la cabeza solo para ver si la piedra botaba. Pues no: me hizo una herida en el cuero cabelludo y me fui a casa llorando de dolor. Las bromas sobre mi cabello eran muchas. Esas cosas me pasaron antes cumplir 10 años. Odiaba salir de casa hasta para jugar con mis amigos; pero aún así salía. Y siempre volvía a casa con rabia de haber salido.

Llegó un tiempo en que  no tenía a mi madre conmigo y las cosas se complicaron porque empecé a trabajar ayudando una vecina a cuidar de su bebé. Me acuerdo como si fuera ayer. Con el dinero que ella me pagó,  lo primero que hice fue ir a una tienda y comprarme un alisante para el cabello. Se llamaba  HAIR LIVE. Esa cajita fue el mayor descubrimiento para mi pelo. Mis amigos ya no se metían tanto conmigo, ya que nos estábamos haciendo mayores. Los juegos eran otros. Ya había cambiado de colegio, conocía a gente nueva. Y yo ya no llevaba el cabello malo, como decían ellos.

La historia de Leandra

Con tres meses de cabello alisado, mi raíz había crecido y mí cabello empezó a quedar con volumen. Como yo no tenía conocimiento, echaba el producto para alisar por todo el pelo nuevamente (raíz, medios y puntas) y, claro, las puntas empezaron a quedar horribles, mi pelo empezó a parecer un estropajo.  Sin vida, muy seco, se partía, con las puntas abiertas… Ya me estaba haciendo mayor y empecé a sentirme frustrada. Todo lo que me pasaba de malo yo lo achacaba a mi cabello malo. ¡Me  moría de rabia!

El tiempo fue pasando y yo creciendo sin conocer otras cosas que no fueran los alisantes de todas las clases. Hasta que una vez una señora amiga de una vecina mía me dijo “¿por qué no te pones trenzas?” Ésas fueron mis primeras trenzas. ¡Me encantaba! Tenía el pelo largo, no me daba trabajo y siempre estaba lista.  A parir de ahí empecé a conocer varios tipos de tranzas y de extensiones. Pero todo eso me costaba muy caro. Ya tenía trabajo, pero trabajaba solo para cuidar de mi cabello. Era esclava de mi cabello, y para completar, yo alisaba el cabello para después ponerme trenzas. De locos.

La historia de Leandra

Hace 6 años llegué a España con extensiones. Pero cuando  mi cabello empezó a crecer me sentí perdida. No hablaba el idioma, no tenía amigos ni familia por aquí; no sabía dónde encontrar alisante para cabello afro. No tenía nadie por aquí para orientarme. Vamos, totalmente sola en un país que no es el mío y con la raíz de mi  cabello natural. Las experiencias en las peluquerías eran nefastas, porque la peluquera reconocía que no sabía ni cómo cortarme el pelo, y tampoco podía gastarme los 150€ que llegué a pagar por unas trenzas para llevarlas frecuentemente.

Conocí una chica dominicana que me llevó a una tienda de productos africanos. Allá compré química nuevamente, pero ya tenia información de cómo usarla. Esa chica algunas veces venía a mi casa a alisarme el pelo y yo alisaba el suyo. En toda mi vida no conocía mi cabello natural.

En los 29 años de mi vida yo, Leandra, no sabía naaada de mi cabello afro natural, hasta que mi marido me dijo: “¿Pero por qué tú no dejas tu cabello natural, como eres de verdad? Siempre estás quejándote de tu cabello y no sabes ni cómo lo tienes en realidad.” Yo le contesté: “¡tú estás loco!” Pero eso se quedó en mí cabeza. ¿Sería que debía de dejar mi cabello natural?

Hasta que un día volviendo del trabajo tenía que lavarme la cabeza porque llevaba mucho tiempo sin lavarme el pelo. Me senté en el sofá muerta de cansancio, cogí mi ordenador y vi a Michelle, una chica brasileña guapísima con un afro muy lindo. Y yo me pregunté “¿por qué no puedo tener un cebello así?”. Ella fue la inspiración para que yo volviera a tener el pelo natural. El primer vídeo suyo que vi era ¡cómo volver a tener el cabello natural!

Ese día, 20 de mayo de 2013, me empecé a cortar el pelo.

Empecé a buscar todo relacionado con pelo natural, y para mi alegría en mi país muchísimas chicas habían hecho lo mismo. Entonces, como yo vivo en España, empecé a buscar por aquí y no tuve mucho éxito (igual porque yo no busqué muy bien).

Cuando llegué donde estudio estaban dos de mis monitoras y quedaron boquiabiertas. Una me dijo -no me olvido jamás aquellas palabras- “cuando uno se acepta como es todo queda más bonit”. Y era verdad. Empecé a sentirme verdaderamente más bonita natural, a amarme  mas. Empecé a leer y averiguar todo a respecto al cabello natural. Ya estudiaba peluquería y puse el doble de interés en cosmología: me entristece ver una chica con el pelo toda fastidiado por falta de conocimientom como me pasó a mí.

Por eso creé el grupo en Facebook Natural-Mi Belleza Afro, también el blog Bellas Negras Rizadas y en el canal de youtube. Porque creía que aquí había muy poca información; pero gracias a Internet encontré muchas chicas de muchas partes del mundo que llevaban el mismo proceso que yo.

La historia de Leandra

A pesar de que yo peino a muchas chicas con sus melenas lisas, onduladas en la peluquería, yo en mi casa tengo clientas de pelo afro que les gusta el pelo liso y que vienen solo para que las peine, ya que las peluquerías de aquí no saben cuidar del cabello afro. Lo peor es que a ellas les  encanta mi cabello, pero no quieren dar la oportunidad a sus cabellos. ¡¡¡Eso es triste!!! Desde que acepté mi cabello soy otra persona, mucho mas optimista, me amo mucho máss y me sient mas libre .

Hoy en día veo que si nosotros no nos aceptamos como somos, el mundo no tampoco nos va a aceptar. Los primeros en discriminar nuestro cabello afro, somos nosotros mismos, que intentamos modificar su estructura natural.

Muchas Gracias Desireé por la oportunidad espero que sea de ayuda a otras chicas rumbo a su verdadera identidad.  

Ésta es la historia de Leandra. Una historia con unos inicios complicados, pero que con la madurez se ha convertido en una historia de éxito, de valoración de la imagen personal, de comprensión de las necesidades de su propio pelo, de superación de miedos y de redescubrimiento de una misma.

¿Qué te parece la historia de Leandra?

Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a [email protected], con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest.

Te animo a que dejes tus mensajes para Leandra en la sección de comentarios. También te agradeceré que compartas este artículo en tus redes sociales, para que más personas sepan de esta historia.

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