La historia de una derrota

La realidad de la juventud de hoy, la que suelo ver a través de mi ventana, lamentablemente, es dejar pasar la vida impunemente, pandillas de jóvenes sentados en un banco de un lugar cualquiera, todo el día, fumando porros y maquinando cualquier trastada, con su "motito" aparcada en la acera, y hablando a gritos, para reforzar  su personalidad, porque ahora no se razona, ahora se grita, se protesta por todo, se sigue siendo inconformistas pero, sin poner nada de su parte, una gran parte no estudia ¿para qué?, no trabajan ¡¡si es que no hay trabajo!!, me dá rabia, me da pena, pero nacieron derrotados, no tienen la fuerza de voluntad (eso conlleva esfuerzo, y por supuesto, no están por la labor) de intentar revertir su propia situación, confían en que sus padres durarán siempre, que estarán amparados por ellos, que le podrán dar algo de dinero, para poder ir tirando, están sin ilusión, sin motivación, son gentes que no piensan que solo se vive una vez, y en que se están arrastrando por la vida en vez de vivirla, jóvenes que en nuestro tiempo, luchábamos por ser autosuficientes, y  los que trabajábamos, porque las circunstancias no nos  ha permitido estudiar, envidiábamos a los que lo hacían, eramos jóvenes con ilusión, con unas metas que nosotros solos nos la imponíamos, poníamos todo el tesón en poderlas alcanzar, éramos felices, en la medida de lo posible, éramos hombres con dieciocho años, incluso con menos. Al parecer no nos damos cuenta, de que estamos criando parásitos , hijos que deambulan por la vida como zombies, que son felices solo con unas litronas y unos cuantos porros, e ir por ahí  "haciéndose los graciosos".  No vale echarle la culpa al gobierno de turno, ni a nadie, la culpa es de los padres, que desde que ellos vinieron al mundo NACIERON CON LA DERROTA ACUESTAS ( no todos, afortunadamente) . ¡¡¡ QUE PENA, DIOS MIO !!!. Y lo peor es que seguimos echándole la culpa a otros.
              En fin, gracias por seguir ahí, mucha salud y mucha suerte.