La hora del té

¡¡Hola!!
¿Qué tal el fin de semana?
Por Madrid hace un frío enorme, sólo apetece estar en casa, con la manta a cuestas, como si fuera una parte más de mi cuerpo, viendo pelis en dvd y tomando bedidas calientes, como una buena taza de té...
El té es una de las bebidas que más me gustan, tanto en caliente como en frío y suelo tener bastantes variedades para tomar en casa. Esta tarde he tomado un delicioso té rojo y he querido inmortalizar el momento, porque además, me encantan los juegos de té, concretamente tengo especial debilidad por las teteras, las colecciono desde hace años.
Este juego de té es uno de mis preferidos, me encanta el color verde que tiene de fondo, el estampado y las asas de bambú de la tetera.
Durante este rato en el que he estado tomando el té con unas amigas, hemos estado hablando de muchas cosas y quería haceros partícipes de algo que he comentado con ellas...
Me da la sensación que las personas, en general, han perdido muchas buenas costumbres.. Trabajo desde hace años cara al público y os aseguro que veo bastante mala educación a diario, pero esto lo hago extensible no sólo a los clientes, también a los empleados/dueños de muchos establecimientos. ¿Es tan complicado dar los buenos días o dar las gracias? Pues parece ser que sí.
Esta semana me ha pasado algo bastante curioso y no una, hasta cinco veces!!!
Me han parado cinco personas, en cinco ocasiones diferentes por la calle, para preguntarme donde está una calle, la boca de metro, un comercio... Las cinco veces, cuando se han dirigido a mí, ha sido "a bocajarro" sin un "buenos días o buenas tardes" previo (que menos, digo yo...) y tras explicarles con todo detalle como llegar a esos sitios, no me han dado ni las gracias... han echado a andar como si tal cosa, como si fuera para mí una obligación pararme a explicarles, aún viéndome hiper cargada de bolsas o con los perros de paseo o apuradísima con los minutos contados para llegar a un sitio... No entiendo este tipo de situaciones en las que se te queda cara de idiota por haber sido amable.
Ayer ya fue el "no va a más" cuando me paró una señora para preguntarme por la boca de metro más próxima. La situación fue hasta cómica, porque iba con mis dos perros, helada de frío, tapada hasta las pestañas y de repente la señora en cuestión se pone a caminar a mi vera y acto seguido me suelta un "¿la boca de metro donde está?" ya no me gustó que me entrara de esa forma y pensé "esta me la va a volver a jugar", pero como siempre pienso que no toda la gente es igual, me paré, me bajé la bufanda y le expliqué con todo lujo de detalles el camino... La "señora", ni corta ni perezosa echó a andar, me dejó con la palabra en la boca y es que... ¡¡ni las gracias me dio!! Por unos segundos me quedé con la típica cara de idiota que os comento que se ne queda ante este tipo de situaciones, pero reaccioné y le espeté un sonoro "De nada señora, no se merecen, a mandar, a sus pies..." Me salió del alma, pero es que me parece de tan mala educación... y encima me crea una impotencia de ver como he perdido el tiempo con esa persona!!! y si a eso le sumas, que en una misma semana se repita hasta cinco veces la misma escenita... pues ocurre que la última persona que me preguntó pagó la ira acumulada que tenía :-)
Fue gracioso, porque la "señora" giró la cabeza y me dijo "¡¡Ay si, de nada!!" como si hubiera sido un despiste para ella el no dar las gracias... (¿lo fue también el no dar los buenos días?) pero ni una disculpa por su mala actitud, ni nada de nada... Me parece increíble que a alguien se le ovide dar las gracias a otra persona que ha sido amable... Tampoco quiero que me hagan una reverencia, como si fuera una yo una reina, ni que me hagan la pelota diciéndome lo amabilísima que he sido, sólo pido unas GRACIAS o unos BUENOS DIAS, ¿Tanto cuesta?
En fín, la hora de té ha estado muy entretenida, como os imaginaréis, porque el tema dio de sí bastante y todas contaron sus anécdotas, en cierto modo me sentí "bien", al comprobar que no soy a la única que le pasan estas cosas.
LA HORA DEL TÉ