El crítico de arte alemán Erwin Panofsky (1892-1968) es considerado el padre de esta disciplina y el desarrollador del "método iconológico" para el cual se distinguen tres momentos inseparables del acto interpretativo - o tres niveles de significación - de la obra de arte: el Nivel Preiconográfico - lectura, reconocimiento y descripción de la obra basados tan solo en la práctica y la sensibilidad del observador -, el Nivel Iconográfico - consistente en la interpretaciónd el significado convencional en función del contenido temático y la tradición cultural - y, finalmente, el Nivel Iconológico - interpretación del contenido intrínseco e inconsciente, la expresión de valores, ideas, etc. en función del género, la adecuación al contexto y la alegoría -.
La iconografía, pues, constituye este segundo nivel de interpretación, fundamentado en el lenguaje figurativo de las imágenes, las bases teóricas de su estudio y la tradición histórica de su análisis como elemento intrínseco de la cultura común y el imaginario personal. A la vez, supone una reflexión acerca del papel que el arte juega como medio de transmisión de formas e ideas, siguiendo el discurso comparativo entre el lenguaje escrito y el lenguaje pictórico, las relaciones entre arte y literatura, el lenguaje figurativo y el verbal, el gesto y la significación; entendiendo que el concepto "imagen" va más allá de la mera representación física, haciendo también referencia a las emociones ligadas a la contemplación de las obras.
El estudioso austríaco - coetáneo de Erwin Panofsky en el Warburg Institute - Ernst H. Gombrich (1909-2001) realizó una revisión crítica al pensamiento de Panofsky, sustituyendo el enfoque metodológico de éste en cuanto a la investigación histórico-artística, por un pragmatismo crítico, racionalista y científico. Sus teorías sobre la iconografía se basan en la premisa científica de la necesidad de la contrastación de hipótesis y, por tanto, el rechazo de la "distinción de niveles de significado", fundamental en Panofsky, a favor de interpretar / descifrar un código o programa expresado por el artista de forma consicente e intencionada.
Aportación fundamental de Gombrich en el estudio iconográfico es, pues, la distinción entre "significación" e "implicación", entendiendo que una imagen solo tiene un úncio significado, aunque es también portadora de muchas implicaciones - entendiendo por "impliación" todo posible cambio o añadidura de significado que en realidad no viene dada por el objeto original -.
De todos modos, tecnicismos aparte, lo fundamental aquí es que podemos considerar que puede explicarse el nacimiento de la imagen artística como representación de los mitos y relatos propios de la cultura oral y que este vínculo umbilical entre la imagen, el relato y el mito - o lenguaje - persiste temática, alegórica y formalmente a lo largo del tiempo.
[CASTIÑEIRAS GONZÁLEZ, Manuel Antonio, Introducción al método iconográfico, Ariel Patrimonio Histórico, Ariel, Barcelona, 1998.]