80 años después (más o menos) un grupo de amigos la vieron y se preguntaron ¿Por qué no? Formaron un colectivo llamado Church Brigade. Montaron una rampa y se lanzaron con sus monopatines. Era el inicio de un ambicioso proyecto que iba a poner en valor un patrimonio arquitectónico abandonado.
Al principio simplemente iban a patinar, hacían campeonatos, escuchaban música o hacían barbacoas. Pero en 2014 hubo un antes y después. Okuda San Miguel escucha hablar de un "templo" muy particular del skate. Para quien no lo sepa, Okuda es un grafitero santanderino y referente mundial del arte urbano.
Él y Church Brigade deciden impulsar un proyecto llamado Kaos Temple que iba a transformar la iglesia de Santa Bárbara. La idea, convertirlo en un referente de la cultura urbana. Las paredes iban a albergar frescos del siglo XXI gracias al spray y la imaginación de Okuda, auténticas vidrieras de pintura. En la nave central rampas. Y todo el conjunto crearía el skatepark indoor más espectacular de Europa (como mínimo).
Al acto de apertura, a principios de diciembre de 2015, asistieron el colectivo Church Brigade, Okuda San Miguel, aficionados al deporte urbano del monopatín y representantes de galerías de arte contemporáneo. El encargado de inaugurar las rampas, uno de los mejores skaters nacionales, Danny León (actualmente en el Top Ten mundial).
Hoy en día en Llanera hay una iglesia dónde ya no se rinde culto a Santa Bárbara sino a la tabla y sus cuatro ruedas. La Iglesia Skate es la mejor muestra de cómo conservar el patrimonio sin prejuicios pero con respeto. Mejor así que en ruinas. La Iglesia Skate es hoy un templo de la cultura, el arte y el deporte urbano.