"Que todo vuelva a ser como antes", deseaba casi con pánico cuando acontecía la mínima transformación a su alrededor.
Seguía vistiendo como hacía tres décadas, su peinado permanecía inalterable y, por supuesto, había renunciado a cualquier innovación tecnológica. Incluso sus hábitos mermaron para evitar adaptarse al cambio: dejó de comprar su marca de leche cuando renovaron el envase; evitaba las calles con construcciones nuevas; y hacía años que la radio enmudeció en su casa.
-Si todo sigue igual, es más fácil que regrese -decía-. Así encontrará el camino de vuelta... Si todo permanece como lo dejó.