Murió Julio Scherer, y se habla bien de él y de su trabajo. Ya que todos nos vamos a morir, qué bueno debe ser poder irnos, dejando un buen legado.
Vi algunas fotos de su velorio, y me llamó la atención una, en la que Carmen Aristegui aparece con los ojos llorosos. Es especial ver conmoverse, a una persona valiente y fuerte.
Me pareció que se veía pequeña, y pensé en cómo cambiamos de tamaño, según estamos en esto o en aquéllo. Lo que somos no es nuestro tamaño.
Silvia Parque