La imagen y su diégesis.
Publicado el 27 diciembre 2011 por Medea
No pienso trepar, si puedo evitarlo, a ese árbol ya sea plumoso o espinoso. Dos convicciones totalmente diferentes me atenazan. Una es la de que el Eterno Cirujano es aún más inexorable y las posibles operaciones aún más dolorosas de lo que nuestras más rigurosas fantasías pueden sospechar. Pero la otra es la de que <<Todo va a salir bien, muy bien, y cualquier problema imaginable se va a arreglar>>.No importa que todas las fotografías de H. sean malas. Y tampoco importa demasiado que mi recuerdo de ella sea incorrecto. Las imágenes, ya sean sobre el papel o dentro de la mente, no tienen importancia en sí mismas, son meros eslabones. (...)Necesito a Jesucristo y no a nada que se le parezca. Quiero a H. y no a nada que se asemeje a ella. Una fotografía realmente buena acabaría convirtiéndose en una trampa, un horror, un obstáculo. Las imágenes, supongo, servirán de algo, si no no se habrían hecho tan populares. (Da casi igual que sean retratos y estatuas exteriores al pensamiento o construcciones imaginativas interiores a él.) Para mí, sin embargo, el peligro que entrañan es más obvio. "Una pena en observación"
C. S. Lewis.
A veces agradezco saber dar segundas oportunidades.