La libertad

Publicado el 22 abril 2015 por Rogger

Tomar la libertad, vaciar la libertad.
Como las mañanas del verano,
como las del otoño.
Se elige o se guarda.
Se usa o se descarta.
Como el dilema entre el azul del cielo
y el del mar,
ambos insondables, ambos fríos,
y provocadores.
Como el color de la flor y el barro del acantilado.
Como la nube y el humo, tan blancos y tan distintos.
Como el sueño y el insomnio que detienen y permiten.
Como el tiempo y sus variables.
La libertad de tomar las oportunidades
y desperdiciarlas,
la de optar por el sentido común,
no por la rebeldía.
La libertad de aceptar las lisonjas o ignorarlas,
la elección de la ecuanimidad,
el insulto de la locura.
Todo se reduce a una elección.
El riesgo o el fracaso.
Y el tiempo no se detiene, juzga.
La libertad exige y pretende,
no se conforma,
no se soslaya.
Libertad para la autocrítica,
libertad para la mentira,
para la soberbia y el orgullo.
Libertad para el consuelo,
libertad para la memoria,
libertad para el juicio,
para la condena,
para el suplicio.
Ser libre o no serlo.
Es esa la cuestión.
La libertad,
amigable y brutal,
infinita y salvaje,
no perdona.
Derechos Reservados © Copyright 2015 de Rogger Alzamora Quijano