La Llamada ( Lo hacemos y ya vemos, casi sin spoilers)

Publicado el 29 enero 2018 por Rizosa

Algunas veces estamos perdidos. Todos. De pronto el rumbo que habíamos llevado hasta el momento se difumina, se confunde, y sentimos que el universo espera algo de nosotros aunque no sepamos exactamente qué es. Que el tiempo y la vida se han detenido por un instante y nos están esperando ahí, en el marco de la puerta, agitándonos la mano mientras nos debatimos entre lo correcto o lo incorrecto, saltar o quedarnos.
De esto va La Llamada, la película  escrita y dirigida por los Javis que hoy mismo se estrena en Netflix y que yo os recomiendo muy fuerte. Película que a su vez está basada en una obra que sigue representando en el Teatro Lara de Madrid y por la que en un principio nadie daba un duro, pero que finalmente se ha comido al público con patatas y ha ganado el premio BroadwayWorld así como un montón de premios más (Feroz, Días de Cine, Festival Cibra, Latin Beat de Tokio, Apolo, etc.). Y ya veremos en los Goya, a los que también está nominada.
También va de libertad, de alegría, de música, de vida. De canciones de Whitney Huston y de Henry Méndez. De una preciosa Macarena García y de una pedazo de actriz recién descubierta por mí que se llama Anna Castillo. De aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, con aquello que nos hace diferentes. De liberarnos de prejuicios, de reír a carcajadas y llorar al mismo tiempo. De ser valiente y salir del armario. 
Y también va de Dios. Pero aunque hoy en día sería sencillo orientar el argumento hacia esa religión repleta de clichés que nos marca un camino anticuado y obsoleto, aquí se nos habla de un Dios onmipresente y cachondo que te quiere sin hipocresía, sin represión. No os asustéis; no es una peli evangelizadora, al contrario: aquí te mezclan con una naturalidad pasmosa monjas con drogas, fe con amor, la locura de la juventud con la madurez de la experiencia. ¿Que tienes 17 años y ves a Dios? Perfecto. ¿Que has dedicado tu vida a la religión y de pronto pierdes la fe? Pues está bien también. Todos tenemos cabida en la Llamada, ateos o creyentes, jóvenes o mayores, y todos terminaremos de verla con una sonrisa gigante en la cara porque es un batiburrillo rocambolesco y maravilloso de buen rollo y reggetón.
En definitiva, que la veáis. Y si no tenéis Netflix creo que aún la ponen en algún cine, así que hacedle caso a la oveja que de otra cosa no, pero de reírse sabe un montón.

A mí no me importa admitir que una simple película me ha cambiado un poco la vida, y que a partir de ahora cuando esté acojonada por algo posiblemente recuerde a la enorme Anna Castillo gritándole a Sor Milagros que no hay que tener miedo a equivocarse. Que lo hacemos, lo intentamos, y si nos sale mal... pues ya veremos. 
Ya veremos.