Revista Diario

La loca del Sagrado Corazón, de Alejandro Jodorowsky y Moebius

Publicado el 19 febrero 2025 por Jimmy Fdz
La loca del Sagrado Corazón, de Alejandro Jodorowsky y Moebius
Bibliometro #84. Ya era hora de ponerse a leer algo de Jodorowsky. ¿Me pueden creer que no he visto ninguna película de Alejandro Jodorowsky? No es por falta de ganas, que eso quede claro. En fin, por dónde empezar. Como no soy muy curtido en la obra artística de Jodorowsky (apenas he leído El Incal y de manera suelta algún que otro cómic aparte) no puedo emitir opiniones rotundas ni certeras sobre su figura, sin embargo está claro que es un tipo polémico y controvertido, desde los que lo toman por un charlatán mal de la cabeza, un patán de la autoayuda con ínfulas de artista, sobre todo debido a sus rollos con la psicomagia y esas cosas, hasta quienes señalan que es un genio inmaculado y único en su especie. Yo debo decir que, sin estar de acuerdo necesariamente con algunas de sus ideas y visiones (especialmente porque su elección de palabras a veces puede ser, cuanto menos, desafortunada, aún más en estos tiempos tan delicados en donde cualquier declaración se recibe no de manera crítica sino que personal), sí me cae bien porque, si me conocen un poco, a mí me gusta y admiro y respeto el arte, y no tengo dudas de que Jodorowsky es un artista movido por la pasión, valiente y arriesgado, eso queda claro en sus entrevistas y en su aparentemente inagotable creatividad multidisciplinar, que a la vez evidencia una mente rebosante de curiosidad, sedienta de experiencias, conocimientos y deseos de eterna expansión. No he visto el documental sobre su fallida Dune, pero sí he pillado trozos sueltos y la manera en que se expresa me habla de, en efecto, un artista apasionado que vive por y para el arte. Y esto queda aún más claro cuando constatamos que, le duela a quien le duela, Jodorowsky ha sido tan influyente como, por ejemplo, David Lynch, otro artista de visión única que ha marcado a artistas posteriores, que suelen quedarse, lamentablemente, con la apariencia y superficie de las obras de los genios y no con el alma o el espíritu del arte. Dicho todo esto, entremos en materia.
La loca del Sagrado Corazón, de Alejandro Jodorowsky y MoebiusLa loca del Sagrado Corazón, de Alejandro Jodorowsky y MoebiusLa loca del Sagrado Corazón, de Alejandro Jodorowsky y Moebius
Primero que todo, aclaremos lo siguiente: este volumen integral titulado La loca del Sagrado Corazón está editado por Reservoir Books y reúne los tres tomos de la historia, el primero titulado de manera homónima y los otros dos como pueden ver en las fotitos de arriba. Creo que es Norma Editorial quienes también editaron esta historia sólo que con el título de El corazón coronado, que me parece es el título "más oficial" o canónico de esta trilogía. Aclarado esto, entremos en materia.Me ha gustado El corazón coronado aunque, ciertamente, no es una historia para todos los gustos. Y no me refiero a que sea demasiado rara, ni siquiera tiene que ver con todos los rollos místicos y espirituales marca de la casa, sino simplemente a su argumento, que comienza de manera bastante normal y comedida pero que no tarda en mutar, transformarse, metamorfosearse en un disparate de locos, un pastiche en donde entra de todo, básicamente todo lo que interesa y obsesiona al bueno de Jodo cristalizado en esta trama que, si bien no se ramifica hacia el infinito como El Incal, sí se ramifica en direcciones tan improbables como contrapuestas, con resultados inesperada y llamativamente coherentes.Todo comienza cuando un profesor de la Sorbona, trasunto del propio Jodorowsky, poco menos que un gurú filosófico-espiritual entre los impresionables e hipócritas estudiantes, ve su vida trastocarse por completo cuando es abandonado por su mujer, pierde su credibilidad como profesor ante unos alumnos cada vez más aburridos y hartos de sus clases, y para colmo, se enreda con una alumna no sólo enamorada de él, sino que patológicamente obsesionada, que lo toma por el padre del hijo que debe tener, el nuevo profeta que salvará el mundo. Y ya por acá, apenas el inicio de este alucinado y alocado viaje y odisea, podemos ir trazando ciertos aspectos importantes. Para empezar, que la línea argumental, la trama, corre en paralelo, aunque de la mano, con otras líneas o relatos (ni tan) subyacentes: para empezar, la rabiosa y furiosa visión crítica que Jodorowsky tiene de los entornos académicos, sociales, comunicacionales, etc., más preocupados de superfluidades vacuas e inocuas que de aquello realmente importante y esencial para el ser humano, esto es el enriquecimiento y armonía espiritual. Su trasunto tampoco se salva, hombre cómodo dentro de ese cerrado y endogámico sistema banal de regocijos efímeros, ya que luego de los problemas iniciales cae en una profunda crisis existencial, identitaria, filosófica, que lo enfrenta a sí mismo, a su propia historia y memoria, a su propio ser. Desde luego la aventura en la que se embarca no lo ayudará, ni al lector, enfrentados al reto permanente de cómo tomarse una historia que, como dije, comienza como la supuesta fantasía esquizoide de una loca, pero que adquiere tintes y escalas cada vez más despelotadas, convirtiéndose poco menos que en una conspiración mundial y una guerra de agencias, narcos, y la búsqueda del nuevo dios o mesías que vendrá a salvar al mundo. Todo un honesto, consciente y decidido disparate.Aunque como decimos, todo esto rodea el núcleo central del relato: que estamos, ante todo, frente al viaje, no sólo de desmesurados giros argumentales, también introspectivo y espiritual, del protagonista, el trasunto de Jodorowsky, a través del cual el autor quizás exorciza su propio proceso, sus propias frustraciones, su propia búsqueda para convertirse en quien es y hallar, encontrar esa verdad liberadora, única para cada quien, libre de las ataduras que, por ejemplo, veíamos al inicio del relato. Al final, la riqueza humana y espiritual no consiste tanto en acumular como en explorar, relacionarse con el mundo y compartir dichas experiencias, aunque para ello, en este caso, deba caer en un caleidoscopio de tramas psicóticamente desprejuiciadas.Todo esto llevado a cabo con la mano gráfica maestra de Moebius, la otra mitad de este tándem genial, y que quizás seguramente tuvo un proceso parecido al de El Incal, un dibujo, un trazo, que iba mutando a medida que se iba escribiendo, pero claro, manteniendo esa calidad base inquebrantable.El corazón coronado es una obra que tiene tanto feroz crítica social, simbologías espirituales y místicas (entrar en detalle en ello no conduciría a mucho para estos fines, la herencia cultural de Jodorowsky es tan vasta como variada: artística, histórica, religiosa, psicológica, ya se imaginan), un humor libre y corrosivo y autoconsciente, una ni tal sutil ironía para reírse y servirse de los tópicos de este tipo de relatos, además de esa para nada autocomplaciente examinación de sí mismo, con sus alegrías y dolores (de nuevo la presencia del padre, el odio y el amor hacia él), todo un explosivo cóctel que para algunos puede ser demasiado, pero que si sabes a quién te enfrentas, un autor que aúna en sus obras tradición y modernidad en ingentes dosis de libertad creativa, entonces no te será difícil adentrarte en sus páginas y dejarte llevar por su propuesta sorprendentemente rica y fascinante en sus capas, en su trasfondo y significados, a pesar de su apariencia/argumento tan directo y tan desafiante a toda convención de verosimilitud.Como sea, enfrentarse a El corazón coronado es enfrentarse al universo artístico y creativo, único e inigualable, de uno de esos autores absolutamente personales e insobornables. Y en estos tiempos, de esos no abundan mucho que digamos. Para que quede claro: no es una genialidad ni mucho menos, no me parece una lectura reveladora o definitiva, pero sí es un cómic tremendamente divertido, una especie de placer culpable en donde lo que importa, ya lo dije, es la experiencia que propone y el universo que desborda en donde las fallas del terreno son parte tan importante del camino como lo es el destino al que se dirige. Debo admitir que a mí me ha gustado bastante, ejem, la loca esa...
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Amado y odiado, con sus defensores y detractores, es normal que cualquier obra de Jodorowsky tenga una actividad bastante movida. Quizás no sea taaaaaan movida, pero La loca del Sagrado Corazón, desde mediados del 2022, es decir desde hace dos años y medio, ha sido prestado en ocho ocasiones. Nada mal, ¿no? Y esa ficha está bastante bien ordenada y prolija. Los milagros sí existen, tal parece.
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