Sección: Al día
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Publico.es
Un clon subacuático de decenas de miles de años
Un estudio concluye que las praderas de posidonia figuran entre los seres vivos más longevos. Se desarrollan a lo largo de kilómetros a partir del mismo origen.
¿Qué no podremos aprender de la naturaleza en nuestrobeneficio?Tenía entendido que el ser vivo más longevo era la secuoya.Ahora resulta que es la posidonia. Un alga de crecimiento lento que tenemos enel Mediterráneo.
Oí hablar de la posidonia hace 33 años cuando me dio porsacarme el título de buceador escafandrista deportivo. La gente hablaba y nocallaba. No entendía yo porqué. Recuerdo incluso que en el examen final quehicimos junto al Peñón de Ifach, estuvimos un buen rato deambulando por elfondo entre posidonias, a unos quince metros, y luego retirábamos el reguladory teníamos que salir hasta la superficie “soltando el aire” que se ibaexpandiendo en los pulmones y saliendo por la boca al subir, disminuyendo lapresión. Un mal momento, pero la cosa funcionaba, aunque la tecnología aún era muyprimitiva.
Yo veía algas; no me llamaban la atención, sólo meimpresionó la extensión de una gran pradera que se movía con las corrientes;hubiera preferido rocas y recovecos con muchos peces, plantas de colores ycorales de todo tipo. El arrecife vino después, en otras ocasiones. Nunca penséque esta planta pudiera contener un secreto que nos iba a ayudar a comprendermejor porqué envejecemos.
Juan-Lorenzo[email protected] Más noticias en la sección Al día
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