Quién no ha mirado alguna vez el cielo nocturno y se ha asombrado con la belleza de la Luna?. Yo lo he hecho muchas veces, no sólo por romántico, sino también por afán científico.
Es difícil imaginar lo que pensaban las antiguas civilizaciones al ver la Luna. Era como ver una parte del universo celestial en HD o un próximo destino imaginario. La Luna siempre ha estado ahí y aunque se aleja 3,8 cm. por año seguirá acompañando solemnemente nuestra ruta planetaria.
¿Qué se preguntaron las antiguas civilizaciones al ver la Luna?
Ver la Luna nos invita a preguntarnos por qué estamos aquí y no allá. Quizás con sistemas distintos de vida, porque no hay que olvidar que los sistemas de vida no deberían ser necesariamente los mismos siempre. Nuestra búsqueda de vida extraterrestre siempre ha estado basada en nuestros sentidos y nuestros sentidos están hechos a la medida de la forma de la atmósfera terrestre. Este es un detalle importante para considerar, por ejemplo, a las hormigas como seres inteligentes y terrícolas.
Ahora bien, con todos los grandes avances de la ciencia y nuestros a veces profundos conocimientos de otros planetas y galaxias, sabemos muy poco de nuestra compañera de vida. La imagen de la Luna es ideal para guardar y representar misterios y mitos. Eso le da un toque especial y hace que nos preguntemos si aparte de producir cambios en las mareas también produce cambios en las personas. ¿Dije cambios? Sí, porque la Luna se viste y se desviste ante los ojos terrestres sin mostrar su tímida otra cara (su rotación coincide con la nuestra), haciendo pensar que allí residen los misterios de sus secretos.
Esta Fotografía habla de cómo los efectos especiales y nuestra percepción de este satélite han ido evolucionando con el tiempo.
No puedo olvidar que fue un chileno el que la registró a su nombre por primera vez, tampoco que despierte tan poco interés en las agencias gubernamentales y espaciales.
En las noches suelo salir a contemplar la Luna pensando en la mujer que amo y a la que dedico esta columna. Esta “Luz” o “Ampolleta”de bajo consumo natural baña la noche con un color que difícilmente las sombras pueden imitar. Motivo, causa, razón y circunstancia para la salida de los Hombres Lobo, o, un aeropuerto de naves extraterrestres abierto las 24 horas del día.
Si en la Luna no hay viento ni sonido (imposible silbar) y sin traje espacial la sangre herviría, es mejor dejarla tranquila donde está y no contaminar su complejo y sencillo ecosistema. Las primeras misiones espaciales a la Luna no tuvieron presente este pequeño detalle, olvidando que cualquier agente externo puede afectar la estabilidad perfecta que la naturaleza brinda a sus astros regalones.
Escalera a la Luna.
Sea o no sea la reina de los misterios, la Luna seguirá ahí, en el corazón de los románticos y los que creemos sentirnos afectados dócilmente por su magia. A continuación les dejo información que también pueden encontrar en Internet acerca de su origen y de algunas curiosidades.