Si yo siguiera siendo escritora y quisiera ofreceros uno de mis antiguos microrrelatos, esta sería la historia de base que escogería sin lugar a dudas: una pareja de enamorados contrae matrimonio. ¿Que qué tiene de especial? Todo. Os cuento:
Según publica The Sunday Times, y recoge el diario ABC, Bill Duncan, que en los años 90 tuvo un famoso espectáculo de magia en un canal de televisión escocés, pidió en matrimonio a Anne Duncan (su ya esposa), doce años después de su primera boda. Bill, a causa de la demencia, había olvidado su estado civil y a su cónyuge, pero no tanto a la mujer de la que siempre había estado enamorado. Cuando la «encontró» en la ceremonia de un familiar, no dudó en confirmarle su deseo de pasar toda su vida junto a ella, e insistió en casarse con Anne, hasta el punto de que ella accedió, y así celebraron sus segundas nupcias tan felices como las primeras.
Y es que entre tanto patán, tanto machista, tanto cafre, y tanto bromista sin gracia, siguen existiendo hombres mágicos, maravillosos, destacables, cuyas memorias conservan lo realmente importante: el Amor con mayúsculas. Gracias, Bill, por reconciliarnos con la realidad…
¿Creéis que os podría pasar algo así? ¿Conocéis alguna historia similar?
La entrada La magia de Bill. se publicó primero en Marga de Cala.