Sus olores, sus gentes amables, el azahar recién brotado, sus colores, su poderío, su abolengo, el atardecer de Jueves Santo sobre su Tajo...
Todos estos elementos provocan que sientas correr la sangre en tus venas y te sumergas en la emoción de los momentos creados por sus gentes en estos días, en sus mejores rincones, en sus mejores instantes, arte puro reflejado en sus devociones, entregados a estos momentos que hacen que creen esa MAGIA, que ya Ronda tiene por ser ella misma....
Una de las semanas santas más increíblemente envolventes que he tenido la suerte de vivir y que provoca que siga teniendo ganas de volver, porque siempre, me sorprende y me emociona....
He intentado recoger y mezclar de un modo muy humilde parte de esos momentos...
Sed felices,
Miles
PD. Alguna de mis sugerencias:
Una buena cervecita en la terraza del Maruja Limón
Un picoteo en La Alacena
Una cena en el marco incomparable del Restaurante Hotel Montelirio